El Papa pide a la Virgen de Aparecida que los brasileños no caigan en el odio y la violencia

El Papa pide a la Virgen de Aparecida que los brasileños no caigan en el odio y la violencia

En el saludo en portugués, Francisco pidió a la patrona de Brasil "que proteja al querido pueblo brasileño", en clara referencia a la actualidad política. Recordó también la beatificación de Benigna Cardoso da Silva y deploró la violencia en el Congo.

El Papa Francisco ha asegurado este miércoles que estuvo rezando a la patrona de Brasil, Nuestra Señora Aparecida, para que libre al pueblo brasileño "del odio, de la intolerancia y de la violencia", a cuatro días de la segunda vuelta de las elecciones en ese país.

"Rezo a Nuestra Señora Aparecida para que proteja al querido pueblo brasileño y lo libere del odio y la violencia', dijo el Papa en la Audiencia General de este miércoles al saludar a los peregrinos de lengua portuguesa.

Sus palabras coinciden con el tramo final para la segunda vuelta electoral entre el actual mandatario, Jair Bolsonaro, y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en los comicios más polarizados en el país desde que Brasil recuperó la democracia en 1985.

Las elecciones se han caracterizado por un clima de crispación entre Lula da Silva, el gran favorito en las encuestas de intención de voto, y Bolsonaro, quien busca la reelección.

Por otra parte, el Papa, que saludó a los peregrinos de lengua portuguesa y en especial a los procedentes de Salvador de Bahía, Anicuns, Taubaté y Sao Paulo, recordó la beatificación de Benigna Cardoso da Silva.

Francisco encomió el ejemplo de esta "joven mártir que, observando la palabra de Dios, mantuvo pura su vida, difundiendo su dignidad" y pidió que su vida ayude "a ser generosos discípulos de Cristo".

En su saludo en italiano, el Papa deploró la violencia en el Congo y rezó por la paz en el país africano. “Asistimos horrorizados a los acontecimientos que continúan ensangrentado la República democrática del Congo. Expreso mi firme denuncia por el deplorable asalto, que tuvo lugar hace unos días en Maboya, donde han sido asesinadas personas inermes, entre ellas una religiosa dedicada en la asistencia sanitaria. Recemos por las víctimas y por sus familiares, así como por aquella comunidad cristiana y por los habitantes de esa región desde hace demasiado tiempo azotados por la violencia”.

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