El Papa Francisco mantuvo este viernes 15 de diciembre, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, un encuentro con niños de la Acción Católica italiana para saludarse por la Navidad.

En las palabras dirigidas a los presentes, el pontífice agradeció a los pequeños, que lo habían animado con algunas canciones, y los invitó a “no perder el entusiasmo, la mística ni la alegría”. “El mundo sólo encontrará la luz y la paz que necesita si amamos a Dios y nos amamos los unos a los otros”, agregó.

El pontífice pidió que haya amor "en la familia, en la parroquia, en la escuela, y en los lugares cotidianos, "para ayudar a todos a creer que todavía es posible cambiar de rumbo, elegir la vida y volver a la esperanza", en referencia a aquellos países asediados por la guerra y demás conflictos armados.

“¿Saben cuántos niños han muerto en Gaza en esta última guerra? Más de tres mil. Es increíble, pero es la realidad. Y en Ucrania son más de quinientos, y en Yemen, en años de guerra, miles. Su recuerdo nos invita a ser luces para el mundo, a tocar el corazón de tantas personas, especialmente de aquellas que pueden detener el torbellino de la violencia”, señaló el obispo de Roma.

 

 

Por otra parte, señaló que la Navidad “nos recuerda que Dios nos ama y que quiere estar con nosotros, nos muestra su amor y nos invita a amar". "Por eso Jesús nació, se hizo pequeño, vivió en familia con María y José, y sigue presente a nuestro lado y en cada uno de nosotros", agregó.

Y señaló: “Este es un don maravilloso, que trae consigo otro: que también nosotros podemos amarnos como hermanos. ¡Cuánta necesidad tenemos de esto hoy! ¡Tantos pueblos, tantos niños sufren a causa de la guerra!”

Sobre el final de su discurso, el Papa exhortó a amar no sólo a Dios y a los demás, sino también a la Creación. “Es Dios quien nos llama a reconocer y respetar la belleza que nos rodea, en la naturaleza y en las personas, y a crecer así en el compartir y en la fraternidad", destacó el Papa, que instó a vivir "con compromiso este camino".