El Papa Francisco reiteró el lunes la importancia de una colaboración más estrecha entre la Iglesia y los budistas para abordar los desafíos apremiantes que enfrenta el mundo "destrozado" de la actualidad.

Al dar la bienvenida a una delegación de unos 100 monjes budistas del templo Wat Phra Cetuphon de Bangkok, en Tailandia, expresó su profunda gratitud y aprecio por su “amistad duradera” y su voluntad de trabajar juntos “para traer un rayo de esperanza” a nuestra humanidad herida.

En su discurso a los monjes, Francisco recordó “la extraordinaria acogida y hospitalidad” que recibió durante su viaje apostólico a Tailandia en 2019 y, más recientemente, el VII Coloquio budista-cristiano celebrado en Bangkok, en noviembre del año pasado, que reunió a Más de 150 participantes de diversas partes de Asia para reflexionar sobre el tema “Karuna y Ágape en diálogo para la curación de una humanidad herida y de la Tierra”.

Se refirió en particular a la declaración final del coloquio en la que los participantes "profundamente arraigados en sus respectivas tradiciones religiosas" se comprometieron "a trabajar junto con todos" para "llevar un rayo de esperanza a una humanidad desesperada" en medio de "oscuros tiempos". nubes” que ensombrecen el mundo de hoy.

“¡Hoy la humanidad y la Tierra, nuestra casa común, están efectivamente heridas! Tantas guerras, tanta gente que lo ha perdido todo y se ha visto obligada a huir. Tantos niños afectados por la violencia”.

Nadie se salva solo

El Santo Padre mencionó tres puntos clave destacados durante el Coloquio, el primero de los cuales es que “nadie se salva solo y que “sólo podemos salvarnos juntos, ya que estamos interconectados e interdependientes”.

A la luz de esa verdad, instó a los monjes a “seguir trabajando junto con todos”: la sociedad civil, miembros de otras religiones, gobiernos, organizaciones internacionales, comunidades académicas y científicas y todos los demás actores “para promover una amistad que sostenga la paz y la fraternidad”. y construye un mundo más inclusivo”.

Cuidarnos unos a otros y al medio ambiente

El Coloquio celebrado en Tailandia destacó además la importancia de educar a todos, especialmente a los jóvenes y los niños, “en el cuidado y el intercambio de relaciones unos con otros y con el medio ambiente” y también de la oración y la meditación que “pueden cambiar las cosas al purificar nuestros corazones y mentes”. ; generando bondad, misericordia y perdón donde hay odio y venganza creando un espíritu de respeto y cuidado por el otro y la tierra”.

Continuar fomentando el diálogo y la cooperación con la Iglesia católica

En este sentido, el pontífice saludó un acto de oración al que se unirán el martes en la Basílica de Santa María en Trastevere.

Para concluir, el Obispo de Roma agradeció calurosamente a los moks budistas tailandeses su visita y los animó a “seguir fomentando el diálogo y la cooperación, especialmente con la Iglesia católica en Tailandia, en un espíritu de amistad duradera”.