El Papa liberó del secreto pontificio a cardenal juzgado por malversación

El Papa liberó del secreto pontificio a cardenal juzgado por malversación

Francisco hizo esa excepción a fin de que Angelo Becciu pueda aclarar su relación con Cecilia Marogna, la mujer autoproclamada "espía" y también acusada de lavado de dinero y de cobrar miles de euros por mediaciones de asesoría diplomática a la Santa Sede

El Papa Francisco liberó del secreto pontificio al cardenal Angelo Becciu, acusado junto a otras nueve personas de presuntas maniobras inmobiliarias que causaron pérdidas por más de 200 millones de euros a la Santa Sede, y que ahora podrá declarar el próximo 7 de abril sobre su relación con la supuesta espía italiana Cecilia Marogna.

El pontífice le planteó al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, que dispensará a Becciu del secreto pontificio en los asuntos relativos a la relación con Marogna, una laica que cobró miles de euros de la Santa Sede por supuestas intermediaciones y que también es juzgada por el Vaticano en el proceso iniciado en julio pasado y que hoy tuvo su undécima audiencia.

La liberación del secreto pontificio por parte del Papa fue escrita por Parolin en una nota leída este miércoles por Giuseppe Pignatone, presidente del Tribunal vaticano que juzga al cardenal y al resto de los imputados.

Becciu ya fue interrogado por primera vez, en un hecho inédito para la justicia vaticana, el pasado 17 de marzo, cuando se le preguntó sobre una de las líneas de la investigación que busca esclarecer si fondos del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco vaticano, y de la Conferencia Episcopal italiana acabaron en manos de entidades y personas relacionadas con el cardenal italiano.

En particular, el Tribunal vaticano apunta a la isla de Cerdeña (oeste), de donde es originario Becciu, de 73 años, y puso bajo la lupa supuestos envíos irregulares a la diócesis de Ozieri y a la cooperativa Spes, de supuestos vínculos con el hermano del cardenal.

"Nunca he querido que un solo euro, o mejor dicho, un solo céntimo de los que he tenido gestión y conocimiento sea malversado, mal utilizado o usado para fines que no fueran exclusivamente institucionales", se defendió Becciu entonces.

De esta manera buscó despegarse de tres transferencias enviadas entre 2013 y 2018 a la Diócesis de Ozieri a favor de una cuenta (1000/60478) sólo formalmente a nombre de la Diócesis, según los Promotores de Justicia, y en cambio a plena disposición de la cooperativa Spes y su hermano Tonino, único administrador.

Se trataba de una cuenta "utilizada para fines totalmente privados", dicen los promotores, que acusan a Becciu de malversación.

Marogna, en tanto, fue arrestada en octubre de 2020 acusada de haber malversado 500.000 euros que Becciu le había otorgado para supuestamente formar una red de diplomacia paralela en la Santa Sede.

Iniciado a fines de julio, el juicio contra Becciu, el primero en la historia que tiene a un purpurado como imputado, sufrió a lo largo del semestre una serie de demoras y pausas hasta que finalmente hoy el tribunal anunció el inicio de los interrogatorios para mediados de marzo.

Uno de los ejes es un inmueble en el número 60 de Sloane Avenue, en el barrio Chelsea, de Londres, que según la acusación fue adquirido en 2014 con fondos reservados mientras Becciu se desempeñó como "número 3" de la Santa Sede, que según la justicia vaticana causó pérdidas de más de 200 millones de euros al fondo de caridad papal.

Entre los investigados está también el operador financiero Gianluigi Torzi, acusado de haberse quedado con una comisión de 15 millones de euros por la compra-venta del palacio de Sloane Avenue de Londres.

Torzi, considerado el 'broker' del cardenal Becciu en la compraventa del polémico palacio de Londres, y uno de los imputados en la trama de presunta corrupción, será extraditado a Italia para, a su vez, ser entregado a las autoridades de la Santa Sede.

Este miércoles, el exsecretario de Becciu Mauro Carlino se despegó de las acusaciones y planteó que siempre actuó con conocimiento y aval de sus superiores, en referencia al vértice de la secretaría de Estado.

Según el acta de envío a juicio, la investigación mostró "una red de relaciones con los operadores del mercado financiero que

generó pérdidas sustanciales para las finanzas del Vaticano, habiendo recurrido también a recursos destinados a las obras de caridad personal del Santo Padre", dentro de un mega-esquema de fraudes.

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