El Papa Francisco publicó este martes su mensaje para la 61ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que este año se celebrará el 21 de abril, en el que insta a los cristianos a acoger la vocación compartida de sembrar semillas de esperanza y paz en el mundo.

“Nuestra vida encuentra plenitud cuando descubrimos quiénes somos, cuáles son nuestros dones, dónde podemos hacerlos fructificar y qué camino podemos seguir para convertirnos en signos e instrumentos de amor, de acogida generosa, de belleza y de paz, dondequiera que estemos", resumió, en el texto que lleva por título se centra en el tema: “Llamados a sembrar semillas de esperanza y a construir la paz”.

El Santo Padre señaló que todos los cristianos están llamados a acoger la vocación que Dios les ha dado para servirle en el mundo, ya sea a través de la vida consagrada, el sacerdocio, el matrimonio o incluso como solteros.

La gratitud, consideró, debería caracterizar las celebraciones del Día Mundial de las Vocaciones, al recordar a los innumerables cristianos que sirven a Dios en todos los ámbitos de la vida. Invitó especialmente a los jóvenes a hacer espacio a Dios, para que encuentren la felicidad en su llamada, que respeta siempre nuestra libertad.

“Dejad que Jesús os atraiga hacia Él”, añadió el Papa. “Llévale tus preguntas importantes leyendo los Evangelios; dejad que Él os interpele con su presencia, que siempre provoca en nosotros una crisis saludable”.

Francisco continuó invitando a los cristianos a ser “peregrinos de la esperanza” mientras la Iglesia camina hacia el Jubileo de 2025. En medio de la gran variedad de carismas y vocaciones en la Iglesia, el pueblo de Dios es guiado por el Espíritu Santo y forma el Cuerpo de Cristo como miembros de una gran familia y como partes de un todo, enfatizó.

“En este sentido”, añadió, “la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones tiene un carácter sinodal: en medio de la variedad de nuestros carismas, estamos llamados a escucharnos unos a otros y a caminar juntos para reconocerlos y discernir hacia dónde el Espíritu nos guía para el beneficio de todos”.

El Papa también instó a todos a orar por las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, para que el Señor “envíe obreros a su mies”. Mientras la Iglesia se prepara para el Jubileo con un Año de Oración, los cristianos deben participar diariamente en una oración que escuche la voz de Dios y nos ayude a convertirnos en “peregrinos de esperanza y constructores de paz”.

Peregrinos de la esperanza y constructores de paz

Volviendo al corazón de su mensaje, el Papa Francisco recordó que la peregrinación cristiana significa mantener los ojos, la mente y el corazón fijos en nuestra meta, que es Cristo, y emprender cada día un nuevo camino.

“Nuestra peregrinación por esta tierra está lejos de ser un viaje sin sentido o un vagar sin rumbo”, dijo. “Al contrario, cada día, respondiendo al llamado de Dios, intentamos dar todos los pasos necesarios para avanzar hacia un mundo nuevo donde las personas puedan vivir en paz, justicia y amor”.

El objetivo de toda vocación cristiana, sostuvo el Papa, es convertirse en “hombres y mujeres de esperanza”, llevando el mensaje evangélico de esperanza y paz en medio de innumerables crisis y “el funesto espectro de una tercera guerra mundial que se libra poco a poco”.

La Resurrección de Cristo, señaló, es la fuerza que impulsa nuestra esperanza cristiana y nos permite afrontar los desafíos que nos presenta el mundo.

Pasión cristiana por la vida

Para concluir, el Papa invitó a los cristianos a “levantarnos” y despertar de nuestra indiferencia abrazando nuestra vocación y dejando que Cristo guíe nuestros pasos. “Seamos apasionados por la vida”, dijo, “y comprometámonos a cuidar con amor a quienes nos rodean, en cada lugar donde vivamos”.