El Papa insiste en que la Iglesia no hizo «bien» la investigación sobre los abusos en Gaztelueta

El Papa insiste en que la Iglesia no hizo «bien» la investigación sobre los abusos en Gaztelueta

En el vuelo de vuelta a Roma tras su viaje a Baréin, Francisco mencionó la «revisión de los antiguos procesos» asegurando que «lo primero que tenemos que sentir es vergüenza»

El papa Francisco no se olvida del caso de abusos sexuales a un menor cometidos en el colegio Gaztelueta de Leioa entre 2009 y 2011, cuya investigación ha ordenado reabrir, según se supo el pasado mes de septiembre, debido a los errores cometidos en el anterior proceso canónico y después de que la Justicia civil confirmara en 2020 la culpabilidad del antiguo profesor implicado. Durante el vuelo de vuelta a Roma el pasado domingo tras su viaje apostólico a Baréin, el Pontífice mantuvo una conversación con los periodistas que le acompañaron a bordo del avión en la que hizo referencia a los casos de abusos sexuales a menores mal juzgados por la Iglesia católica. Aunque no especificó de cuáles se trataba, fuentes vaticanas consultadas por este diario consideran «lícito» pensar que sus palabras aluden a lo sucedido en el colegio vizcaíno del Opus Dei.

«He recibido dos quejas en los últimos meses sobre casos de abusos que habían sido encubiertos y no juzgados bien por la Iglesia: inmediatamente pedí un nuevo estudio (de los dos casos) y ahora se está haciendo un nuevo juicio; también está esto entonces, la revisión de los antiguos juicios, no bien hechos (que no se han dado correctamente). Hacemos lo que podemos, todos somos pecadores, ¿sabes? Y lo primero que tenemos que sentir es la vergüenza, la profunda vergüenza de eso». Esa fue la respuesta que dio Francisco a un informador que le preguntó sobre cómo se puede cambiar la «cultura del secretismo» que todavía impera en la justicia canónica para que resulte «transparente», de manera que las personas que denuncian sepan cómo concluyen los procesos y si los presuntos culpables son finalmente castigados.

En su conversación con los periodistas, el Pontífice realizó un 'mea culpa' como máxima autoridad de la Iglesia católica por las dificultades y resistencias que, todavía hoy, surgen a la hora de tratar los casos de abusos sexuales cometidos por eclesiásticos, como quedó de manifiesto en el 'caso Gaztelueta'. «Estamos trabajando con todo lo que podemos, pero sepan que hay gente dentro de la Iglesia que todavía no ve claro, que no comparte... es un proceso que estamos haciendo y lo estamos llevando a cabo con valentía y no todo el mundo tiene valor», dijo el Papa, reconociendo que «a veces» surge «la tentación de transigir» y que «todos somos esclavos de nuestros pecados». La voluntad hoy de la Iglesia católica, en cualquier caso, «es aclararlo todo».

Como informó este periódico el pasado mes de septiembre, el Papa ha ordenado la reapertura de la investigación canónica por los abusos sexuales continuados que sufrió un alumno menor de edad mientras estudiaba en el colegio Gaztelueta entre 2009 y 2011. El padre de la víctima, Juan Cuatrecasas, considera que esta investigación «llega tarde» pero que, al mismo tiempo, supone un «paso importante» a la hora de hacer justicia y «limpiar el buen nombre» de su hijo.

El Tribunal Supremo condenó a dos años de prisión al profesor del centro vizcaíno en septiembre de 2020. Quedaba pendiente la investigación religiosa, que en un primer momento se cerró en falso en 2015. El padre de la víctima insiste ahora en que, en realidad, aquellas primeras pesquisas realizadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe sólo fueron un intento por ocultar lo que ocurrió. «Llegaron a pedir que se restituyera el buen nombre del profesor», explica Cuatrecasas.

«Fue indigno y se cerró en falso una investigación tramposa. Ahora se abre un procedimiento canónico que esperamos que sea serio, transparente y con todas las garantías jurídicas, que siempre le han faltado a mi hijo, en el Tribunal de la Doctrina y la Fe, y que sea algo que todo el mundo lo vea», insistió.

El padre espera que el profesor reciba en los próximos meses una condena de la Iglesia similar a la que ha recibido de los tribunales. Confía, asimismo, en que se «reprenda la actitud del Opus Dei, que sigue faltando al respeto e incitando al odio hacia una víctima de pederastia».

Carta al Vaticano

En estas circunstancias, tras la sentencia del Supremo, la propia víctima de los abusos escribió una carta al Papa pidiéndole que se reabriese el caso canónico. De hecho, en 2018 el Vaticano ya reconoció «errores» en los trabajos realizados por la Congregación de la Doctrina de la Fe. «Sin duda es muy negativo que no hubiera una coincidencia entre la sentencia de la Justicia civil y las conclusiones a las que en su momento llegó la investigación ordenada por Roma», reconoció entonces una alta fuente eclesiástica.

El Papa contestó a la misiva del joven el pasado 12 de agosto. «Ya se terminó el estudio de todo el material que había aquí, en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Por lo que parece a primera vista, es necesario abrir el proceso. Se hará una reunión para decidirlo. Luego nombraré el tribunal que llevará adelante el juicio. Te tendré informado», escribió Jorge Mario Bergoglio.

El tribunal religioso que juzgará en España la actuación del Opus Dei y del colegio será el obispo de Teruel, José Antonio Satué. También formarán parte del grupo instructor la rectora de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Mirian de las Mercedes Cortés Diéguez, y Federico Mantaras, vicario general de Jerez. El notario será José Luis Perucha, rector del seminario de Sigüenza-Guadalajara.

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