Papa: "Es más difícil la redención del corrupto que la del pecador"

Papa:

A partir del Evangelio del día, Francisco volvió sobre la gravedad de las prácticas corruptas porque se convierten en un hábito cubierto de hipocresías y ficciones para "resguardar la voz de la conciencia". Y reiteró: "Pecadores, si: corruptos, no".

En el Ángelus de este domingo, el Papa Francisco destacó la diferencia entre pecadores y “corruptos”. Advirtió que para el pecador “siempre hay esperanza de redención”, mientras que para los corruptos e hipócritas “es más difícil”.

Desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre reflexionó sobre el Evangelio del día, en el que habló de dos niños a los que pidieron al sacerdote que fuera a trabajar a la viña (cf. Mt 21,28-32). ).

“El primero responde inmediatamente 'sí', pero sigue en vuelo. Al segundo, sin embargo, al principio me opuse, pero lo pensé mejor”, recordó el Pontífice.

El Santo Padre destacó que ambos comportamientos demuestran sinceridad “ante lo mismo” y señalan que el primero de ellos “se esconde detrás de un falso asentimiento que oculta su fuerza”.

“Si escapa sin conflictos, pero engaña y decepciona a su cura, faltándole el respeto de la peor manera que jamás se podría escuchar un 'no' franco”, advirtió.

Para el Papa Francisco, “el problema de un hombre que se comporta como si no sólo fuera pecador, sino también corrupto, porque no tiene problema en encubrir y camuflar su desobediencia, sin aceptar ningún diálogo, confrontación honesta”.

Al contrario, reconoció que su segundo hijo “no es perfecto, pero sí sincero”. “Podemos decidir que eres pecador, pero no corrupto. Y para el pecador siempre hay esperanza de redención;para los corruptos, en cambio, es mucho más difícil”.

“Por supuesto –prosiguió el Pontífice– su falso 'sí' aparentemente elegante pero hipócrita y sus ficciones convertidas en costumbre suenan como un grueso 'muro de chicle', tras el cual se protege la voz de la conciencia. Sois hipócritas, que malo es. Pecadores sí, corruptos no”, insistió el Papa Francisco.

En este sentido, pedí a los fieles que se hicieran las siguientes preguntas: "Ante el cansancio de vivir una vida honesta y generosa, de comprometerme según la voluntad del Padre, ¿estoy dispuesto a decidir cada día, aunque me cueste? " ¿Y cuando no lo tengo contigo, soy sincero cuando me enfrento a Dios sobre mis dificultades, mis caídas, mis debilidades?”

“Cuando cometo un error, ¿estoy dispuesto a arrepentirme y regresar a mi pasado? ¿Actúo como si nada y vivo con una máscara, preocupándome sólo por verme bien y correcto? En definitiva, soy un pecador, como todos, ¿hay algo corrupto en mí?”, preguntó el Santo Padre.

Comentá la nota