"Quiero enviar un saludo y manifestar mi cercanía a quienes forman parte del retiro “El llamado de Samuel”, tanto a los jóvenes que están participando como a los que con tanto empeño lo prepararon. A estos últimos mi agradecimiento por compartir con generosidad lo vivido y aprendido en Venezuela”, escribió el papa Francisco en la carta enviada al presbítero Eusebio Hernández Greco, párroco de Nuestra Señora de Caacupé, en el barrio porteño de Caballito, que congrega a muchos venezolanos que sienten este templo como su comunidad de pertenencia. 

El Papa escribe en su misiva que “aunque a veces es difícil escuchar la voz del Señor, todos somos llamados por nuestro nombre” y destacó que “el testimonio de otros jóvenes es un camino seguro para descubrir cuál es la forma en que nos llama a cada uno. Solo hace falta abrir el corazón y dejar que su Palabra resuene con fuerza”. 

“Anhelo que cada uno de ustedes, al final del retiro pueda decir como Samuel: “habla, Señor, que tu siervo escucha”, expresó Francisco y concluyó: “Rezo por todos. Les pido que no dejen de rezar por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”.

“Para mí es una gran alegría que el Papa reconozca esta riqueza que la comunidad venezolana trajo a la Argentina”, expresó a AICA el párroco de Nuestra Señora de Caacupé. 

El padre Hernández explicó que “los retiros de Samuel surgen en Venezuela, como un fruto de la fraternidad de Emaús, que se juntan -matrimonios, familias, jóvenes y sacerdotes-  para pensar de qué manera sus hijos adolescentes pueden tener una experiencia de Jesús que ellos, como adultos, tuvieron en los retiros de Emaús. Y así surgen los retiros del llamado de Samuel para adolescentes de 13 a 17 años”. 

El padre Eusebio precisó que la idea central de estos retiros surge de la lectura del Antiguo Testamento, del primer libro relato de Samuel. “Este joven -recordó el sacerdote- que escucha al Señor que lo llama, pero que no puede distinguir claramente que es el Señor. Entonces el sacerdote Elí le responde y se da cuenta que es el Señor que lo llama y le dice que cuando vuelva a escuchar ese llamado responda: “Habla Señor que tu siervo escucha”.

De ahí que se busca “que los adolescentes y jóvenes que hacen este retiro tengan esa experiencia de descubrir la voz de Jesús y puedan responder con una actitud de servicio a este llamado que Jesús les hace para una vida distinta, una vida más plena”, contó el sacerdote a AICA.

Las comunidades migrantes revitalizan a las comunidades eclesiales en las que están

El párroco de Nuestra Señora de Caacupé contó que “estos retiros, con la fuerte migración venezolana, se empiezan a difundir primeramente en Chile y ahora, jóvenes venezolanos que migraron a la Argentina, todos menores de 24, pertenecientes a la comunidad parroquial, empezaron a preguntarse si podían traer esta experiencia a la Argentina y así lograron realizarlo por primera vez en el país a fines de octubre”. 

“El Santo Padre –continuó el padre Eusebio- se enteró de esto a través de un sacerdote amigo que le comentó y tuvo el interés de escribirnos una carta que fue muy importante para nosotros, una bendición hermosísima que hiciera presente a través de esa misiva”.

El padre Hernández Greco compartió su impresión de que la carta del pontífice “tiene como trasfondo, esta idea que el papa Francisco manifiesta reiteradamente que las comunidades migrantes revitalizan las comunidades eclesiales donde están”.

De ahí, que el sacerdote destaca el deseo del Santo Padre de “hacerse presente” y manifestar su “gratitud para con estos jóvenes venezolanos que traen lo aprendido en Venezuela para enriquecer también a la Iglesia en la Argentina”. 

El mensaje del pontífice fue recibido con mucho entusiasmo por la comunidad venezolana, tanto en Chile, como en la Argentina y en la misma Venezuela, ya que se trata de “la primera vez que el Papa en una carta habla sobre los retiros del llamado de Samuel y les da la bendición para los que lo hacen”, y destacó el párroco que el mensaje del pontífice “fue tendencia en las redes” y sensación entre los migrantes de Venezuela en la Argentina.