Los orígenes de la quinta lengua más hablada del mundo

Los orígenes de la quinta lengua más hablada del mundo

Desde el 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció como día mundial de la lengua árabe el 18 de diciembre al ser el día que adoptaron, en 1973, esta lengua como sexta lengua oficial de su organización. “El árabe es una lengua difícil de aprender”, “se escribe al revés”, “tiene un alfabeto raro”, sin duda estas son frases típicas que se suelen escuchar sobe esta lengua, pero nunca escuchamos hablar de sus orígenes.

Todos sabemos que el árabe es una lengua hablada por más de 300 millones de personas alrededor del planeta, lo que la convierte es la quinta lengua más hablada del mundo, pero seguramente no todos saben los orígenes y la historia de esta lengua. El árabe proviene de la rama semítica de las lenguas afroasiáticas al igual que el arameo, el hebreo y el acadio. Muchos piensan que el árabe nació con la aparición del islam, sin embargo, esta lengua ya existía mucho antes del islam.

Su origen se remonta a las tribus árabes nómadas de la península arábiga que habían emigrado hacia Mesopotamia y regiones de Palestina y que hablaban árabe. Conforme se movían, iban expandiendo su lengua. Se puede dividir la historia del árabe en tres distintas etapas. La primera, es la etapa del árabe clásico preislámico que no era una lengua uniforme, ya que los filólogos posteriores que analizaron la literatura de aquellos siglos notaban en aquel entonces que había pequeñas diferencias entre las tribus de unas regiones y otras. Esto podría ser la causa de la existencia de distintas variedades dialectales en la actualidad. La lengua árabe se extendió por Oriente Medio, el norte de África y la Península Ibérica durante las conquistas del siglo VII.

Por otro lado, nos encontramos con el árabe clásico tras la aparición del islam, el llamado árabe fusha (árabe elocuente) que es el idioma con el que se escribió el Corán, libro sagrado de la religión musulmana. Los textos literarios hallados de los siglos VII y IX también estaban escritos en árabe clásico. Durante el siglo VIII se desarrollaron normas gramaticales y se unificó y normalizó la lengua árabe culta que representa la lengua sagrada del islam. Al igual que otras lenguas, el árabe clásico evolucionó y dio forma a un árabe más uniforme y culto.

En cuanto a su evolución en los últimos siglos, se puede hablar del árabe estándar moderno que es el que vemos y oímos en los medios de comunicación y que se estudia en las escuelas. Se trata, pues, de un árabe que tiene gran similitud a nivel gramatical y sintáctico con el árabe clásico, pero con cambios de estilo y vocabulario.

Sin duda, nos encontramos ante uno de los idiomas más curiosos y peculiares del mundo. En el árabe existe una diglosia, es decir en un mismo hablante conviven dos usos de una misma lengua; en la vida cotidiana y el ámbito oral se utiliza un dialecto que varía de una región a otra, y en los ámbitos formales como la educación, los medios de comunicación, los textos literarios nos encontramos con un árabe culto, es decir un árabe moderno, evolucionado del árabe clásico.

“Vínculo de unión entre tres continentes, en la encrucijada de Europa, Asia y África, la lengua árabe extrae su fuerza y diversidad de una historia milenaria. En la confluencia de los intercambios, se ha impregnado y enriquecido de la aportación de otras culturas, para forjar un pensamiento de excepcional importancia histórica”, estas fueron las palabras de Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO en conmemoración de este día. Y Para celebrarlo, la UNESCO organizó el pasado 16 de diciembre mesas redondas y eventos culturales en su sede en París.

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