José Luis Azuaje, presidente del Episcopado, ha invitado a sus colegas a adaptarse y reinventarse con el fin de “continuar la acción pastoral y misionera”.
En tres días de jornadas intensas, por segunda ocasión en modalidad online y con el dolor a cuestas por la muerte de su hermano Castor Azuaje, los obispos venezolanos finalizaron esta atípica 115ª Asamblea Plenaria con varios desafíos por delante, en especial, el de seguir acompañando desde la esperanza a un pueblo que sufre en medio de las dificultades.
José Luis Azuaje, presidente del episcopado y arzobispo de Maracaibo, ha invitado a sus colegas a adaptarse y reinventarse “aún en medio de las difíciles circunstancias” y con el fin de “continuar la acción pastoral y misionera de la Iglesia en Venezuela”.
9 millones de beneficiarios
En esta jornada de cierre, el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de Caracas, hizo un balance de la acción pastoral de Cáritas durante el año 2020, en su carácter de presidente, donde presentó un informe con cifras de atención durante la pandemia, que alcanza unos 9 millones de beneficiarios.
“El acompañamiento espiritual y el apoyo psicosocial ha sido el trabajo esencial este año, paralelamente se ha trabajado duramente para aportar a la vida material de las familias dotando insumos diferentes a una gran cantidad de familias”, ha señalado el purpurado.
Seguridad social y educación técnica
En cuanto a la restructuración del Secretariado Permanente de la Conferencia Episcopal han informado que la propuesta se muestra como una oportunidad para un trabajo “más eficaz en las respuestas pastorales y dispuestas a asumir los desafíos de la realidad de cada localidad”.
Abordaron también el tema de la seguridad social del clero venezolano con sus respectivas proyecciones para 2021 como también han hecho una evaluación de los procesos de educación técnica, nucleados en la Asociación de Promoción de Educación Popular (APEP), los cuales en tiempos de pandemia se han debido llevar de manera remota.
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