Los obispos argentinos respaldaron al papa Francisco: "Sufre un ataque despiadado"

Los obispos argentinos respaldaron al papa Francisco:

La Conferencia Episcopal Argentina defendió al Papa luego de que un exnuncio le pidió la renuncia por presunto encubrimiento a un cardenal abusador

Los obispos de Argentina calificaron como "un ataque despiadado" la acusación contra el papa Francisco por presunto encubrimiento de los abusos del cardenal Theodore McCarrick, en Washington.

"Pastores y fieles, queremos manifestarle nuestra fraterna y filial cercanía en este momento en que sufre un ataque despiadado en el que confluyen distintos y mezquinos intereses mundanos. Compartimos sus dolores y esperanzas", expresó en un comunicado la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).

El documento, firmado por el obispo de San Isidro y presidente de la CEA, y el obispo de Chascomús, Carlos Malfa, agregó: "Hoy, por la intercesión de Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina, y unidos en confiada oración pedimos al Espíritu Santo que lo colme de sabiduría y fortaleza para que, como sucesor de Pedro, nos siga confirmando en la fe de la Iglesia. María de Luján lo cubra con su amor maternal".

El gesto de solidaridad de los obispos argentinos es consecuencia de un comunicado difundido días atrás por un exnuncio -embajador vaticano- en los Estados Unidos, quien afirmó que Francisco encubrió al retirado cardenal McCarrick, acusado de abusos. Por lo tanto, le exigió la renuncia al líder de la Iglesia Católica.

Se trata de Carlo Maria Viganò, de 77 años, que escribió una carta de 11 páginas publicada por algunos medios de corte conservador en varios países en la que además el prelado acusó a otros miembros de la Curia de formar "un lobby gay" y encubrir las acusaciones contra el cardenal estadounidense.

La carta se basa en acusaciones personales y el prelado no aporta ninguna documentación o prueba de estas.

El ex embajador vaticano aseguró que Francisco conoció el caso el 23 de junio de 2013 porque él mismo se lo comunicó "y siguió encubriendo al cardenal ex arzobispo de Washington, McCarrick".

El pasado junio, McCarrrick, de 88 años, fue apartado del colegio cardenalicio y el papa argentino "dispuso su suspensión en el ejercicio de cualquier ministerio público, así como la obligación de que permanezca en una casa que le será asignada para una vida de oración y penitencia".

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