El obispo de Caacupé, monseñor Claudio Giménez,  dio varios ejemplos de cómo arruinarse la vida,  durante la misa que celebró en el cuarto día del novenario en honor a la Virgen  de la Asunción. El prelado pidió a los feligreses  no temer a dar un cambio radical hacia Jesús. 

En la Catedral llena de jóvenes, monseñor Giménez se preguntó de qué sirve al hombre arruinar su vida en la droga, en el alcohol, después del fútbol o del vóley, o con sexo, superficialidades, engaños y deshonestidad. Un hincapié especial se dio en la homilía cuando el obispo habló de arruinarse la vida apropiándose del conocimiento ajeno en los exámenes. "Copiando, eso es arruinarse la vida", criticó en una homilía en la que recordó cómo sorprendió al Papa, a sus acólitos y a los religiosos paraguayos la gran cantidad de jóvenes que salieron a las calles para saludar al Pontífice en julio.

La fiesta dominical se inició temprano. Desde las 7.30, unos 200 jóvenes de la Pastoral de Juventud Arquidiocesana se reunieron en el patio del Colegio Salesianito para reflexionar el mensaje que dejó el papa Francisco durante su gira apostólica. Luego llegaron en procesión hasta la Catedral, donde hicieron volar globos de colores celeste y blanco con la imagen de la Virgen en andas como ofrenda a Jesús.

Brenda es una de las catequistas que se congregaron en el Colegio La Providencia para celebrar su día en un encuentro anual ya tradicional. En uno de los bancos de la Catedral, antes de iniciarse la misa, la catequista recordó las palabras del Papa: "Realmente lo que más me llegó fue eso que dijo sobre que no tenemos que ser debiluchos". Eso fue lo que se propusieron los catequistas, además de estar más cerca de la gente.

piden por Edelio. Al terminar la misa, los integrantes de la Pastoral de Juventud Arquidiocesana criticaron a los políticos que utilizan a los jóvenes como instrumentos de propaganda política. "Que sepan que no nos quedaremos callados, saldremos a las calles", dijeron a través de los altoparlantes.

Uno de los pedidos repetidos del sector fue la liberación del policía Edelio Morínigo, secuestrado por el Ejército del Pueblo Paraguayo hace más de 400 días. La juventud católica exhortó al Gobierno Nacional a que no instaure el aborto y la eutanasia. La fiesta de María concluyó con la exposición de dos regalos que dejó Francisco a la Iglesia joven y viva del Paraguay.