El obispo cruzó a un cura: repudió los ataques neonazis y defendió al Papa

El obispo cruzó a un cura: repudió los ataques neonazis y defendió al Papa

El obispo de la diócesis de Mar del Plata, Antonio Marino, manifestó hoy su más “enérgico repudio todo hecho de violencia y discriminación” y respaldó la decisión del Papa de entregarle un rosario a Milagro Sala.

Si bien no lo menciona, la decisión del obispo de emitir su opinión oficial en un comunicado surge después de la revelación de LA CAPITAL con las declaraciones del padre Enrique – un cura de Sierra de los Padres- donde criticó a Francisco, a los movimientos sociales y a los homosexuales.Además, el párroco publicó en su página de Facebook fotos junto al imputado por cometer actos discriminatorios, Carlos Pampillón.

“Como Obispo de Mar del Plata quiero manifestar mi más enérgico repudio a todo hecho de violencia y discriminación que pueda hacerse contra cualquier persona sea por su sexo, etnia, religión o idea. Nuestra Patria en su bicentenario necesita que nos unamos, dialoguemos y convivamos colaborando en el bien común”.

Y agrega: “Su Santidad el papa Francisco ha tenido muchos gestos hermosos no sólo en su actual función de pastor universal, sino como cardenal arzobispo de Buenos Aires, y ha generado en todos una visión sobre cómo los gestos de misericordia ayudan a proclamar la fe y el amor de Dios en el mundo de hoy. Ha visitado las cárceles, se ha encontrado con los más desprotegidos, ha abrazado a los niños, como lo hacía Jesús, y ha bregado por el diálogo con todas las religiones. No se nos escapa el papel decisivo que ha jugado en el acercamiento de naciones, ni sus logros en el encuentro de musulmanes y representantes del Judaísmo. En sus viajes internacionales, ha promovido incansablemente la paz y la unidad”. Luego, Marino cuestiona los hechos de violencia ocurrido en la ciudad. “En la ciudad de Mar del Plata, se fueron multiplicando hechos de violencia y manifestaciones ante las cuales nuestro repudio debe ser claro, total y sin atenuantes, porque hieren profundamente la sensibilidad no sólo de cristianos y judíos sino de toda persona de bien”, dice.

Y luego opina sobre la polémica por el regalo de Francisco a Milagro Sala: “Respecto al gesto del Papa de regalarle un rosario a la señora Milagro Sala, en respuesta a una carta suya, resulta abusivo pensar que por sí mismo constituye una aprobación de sus conductas o una interferencia en el proceso judicial. El Santo Padre hizo lo mismo con personas culpables ya condenadas por delitos muy graves. No debemos poner restricción a la enseñanza de Jesús relativa al juicio final: “Estuve preso y me vinieron a ver”. Luego, Marino recordó: “El Papa Francisco ha visitado cárceles y ha repartido rosarios en lugares repletos de criminales peligrosos. Es oportuno recordar que el mismo san Juan Pablo II visitó en la cárcel a un extremista islámico, sin que esto implicara justificar el crimen cometido contra su propia persona “.

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