El nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, impondrá el palio al arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, en nombre del papa Francisco.

La celebración eucarística en la que tendrá lugar la ceremonia de imposición del palio, será el sábado 10 de octubre a las 11, en la catedral Nuestra Señora de las Mercedes.

Participarán obispos de Merlo-Moreno, Nueve de Julio y Zárate-Campana, integrantes de la provincia eclesiástica de Mercedes-Luján.

Los vicarios generales de esta jurisdicción eclesiástica, presbítero Daniel Guerra y Lucas Figueroa, recordaron en un comunicado que a raíz de la pandemia del coronavirus el clero asistirá en forma limitada y representando a las zonas pastorales.

La imposición del palio arzobispal a monseñor Scheinig se transmitirá por medio de los canales oficiales del arzobispado de Mercedes-Luján: www.arquimercedes-lujan.com.ar.

“Que la Virgen María, bajo los títulos de Nuestra Señora de las Mercedes y Nuestra Señora de Luján nos ayude, como Madre, a vivir siempre como hermanos. Les pedimos su oración por nuestro arzobispo para que configure su vida a imagen del Buen Pastor”, expresaron los vicarios generales.

El palio es “una insignia litúrgica que señala al arzobispo como responsable de su diócesis, y fundamentalmente como signo de la comunión con el Papa", y le es entregado por el Papa durante la celebración eucarística del  29 de junio en la basílica de San Pedro del Vaticano, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo.

A raíz de la pandemia del coronavirus, los nuevos arzobispos no pudieron viajar a Roma y los nuncios imponen el palio, en nuevas fechas, en representación del pontífice.

El palio es una banda de lana de unos seis centímetros de ancho, de forma circular, que se coloca sobre los hombros del arzobispo.

Cuenta con dos tiras de lana del mismo grosor por 36 centímetros de largo que cuelgan una sobre el pecho y la otra sobre la espalda, ambas tiras tienen una placa de plomo forrada con seda negra.

Este elemento está adornado con seis cruces bordadas en seda negra, que recuerdan las diócesis suburbicarias de Roma de las cuales el Papa es el metropolitano.

La lana con la que se confeccionan los palios es tomada de dos corderos de pocos meses de nacidos que se crían en el monasterio de Tre Fontane, lugar donde fue martirizado San Pablo. Los corderos son llevados el 21 de enero, memoria litúrgica de Santa Inés, a las religiosas de la iglesia de Santa Inés, en Roma.

Durante la celebración litúrgica de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio, el pontífice impone el palio a los nuevos arzobispos metropolitanos, significando así la estrecha relación del Papa con cada uno de los metropolitanos y de éstos con las diócesis de su provincia eclesiástica.