El discreto pero influyente Sheij Moulay Jamal Eddine Al Qadiri Boutchich falleció el viernes 8 de agosto a los 83 años. Esta figura marroquí del sufismo había liderado la hermandad sufí (tariqa) Qadiriya Buchichiya desde 2017, cuando sucedió a su padre, Sheij Hamza, quien falleció a los 95 años.
Nacido en 1942 en Madagh, provincia marroquí de Berkane, bastión histórico de la tariqa, estaba destinado a continuar la labor de sus antepasados, quienes fundaron la rama marroquí en el siglo XVIII. Sus estudios religiosos lo llevaron a ingresar en la prestigiosa Escuela de Ciencias Religiosas Islámicas Dar Al-Hadith Al-Hassania de Rabat, donde completó su tesis doctoral en 2001.
La Asociación de Conciencia Sufí, presidida por el erudito islámico francés Eric Geoffroy, le rindió homenaje el martes 12 de agosto. “Con dulzura y amor, continuó la obra de su maestro y padre, Sidi Hamza, entregando su vida a la renovación del sufismo. Sidi Jamâl contribuyó notablemente a hacer de la Zawiya de Madagh (Marruecos) un lugar de renovación espiritual y enseñanza ética para los jóvenes, así como un centro de compromiso con diversas causas sociales”, declaró.
Mulay Jamal Eddine Al Qadiri Boutchich fue enterrado el domingo 10 de agosto en el mausoleo de la Tariqa Qadirya Boutchichia, en su pueblo natal de Madagh, ante una gran multitud de fieles que acudieron a despedirlo. Su hijo mayor, Mounir Al Qadiri Boutchich, ha asumido las riendas de la hermandad sufí.
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