Nuevo llamado del Pontífice a la paz

Nuevo llamado del Pontífice a la paz

Durante el ángelus Papa Francisco invitó a tener a Jesús como Señor de nuestra vida

Por DOMENICO AGASSO JR. - CIUDAD DEL VATICANO

Durante el Ángelus del segundo domingo después de Navidad, Papa Francisco recordó que la liturgia nos presenta el Prólogo del Evangelio de San Juan, quien sin esconder el carácter dramático de la Encarnación al proclamar que el Verbo, es decir, la Palabra creadora de Dios,  se hizo carne y habitó entre nosotros, contrapone, a este don del amor de Dios, la falta de acogida por parte de los hombres. Por ello afirmó que «la Palabra es la luz, y sin embargo los hombres han preferido las tinieblas».

Es el misterio del mal que asecha también nuestra vida, y que requiere de nuestra parte «vigilancia y atención» precisamente  para que no prevalezca, dijo el Papa Bergoglio, quien destacó que «la vocación y alegría de todo bautizado es indicar y donar a Jesús a los demás», mientras explicó que para hacerlo «debemos conocerlo y tenerlo dentro de nosotros, como Señor de nuestra vida».

El Pontífice invitó al abandono filial y, con nuevo impulso, en las manos de María de quien contemplamos en estos días en el pesebre su dulce imagen de Madre de Jesús y Madre nuestra. Por eso recordó que nuestra actitud hacia ella debe ser la del Apóstol Juan, que la recibió en su casa.

Después de rezar la oración mariana, el Obispo de Roma dirigió su saludo a los numerosos fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro. El primer domingo del año, el Papa Francisco recordó el compromiso asumido en la Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios y Jornada Mundial de la Paz, que tiene por lema: «Vence la indiferencia y conquista la paz»; e invitó a todos invocar la gracia de Dios para hacer realidad esta tarea.

El Pontífice también renovó a todos su deseo «de paz y de bien en el Señor», y a poner en sus manos todos los momentos de nuestra vida, los alegres y también los tristes, ya que Él es «nuestra misericordia y nuestra esperanza», dijo el Papa.

«Y a todos –  concluyó diciendo el Santo Padre – les deseo un feliz domingo». También pidió que no se olvidaran de rezar por y él, y se despidió, como es costumbre,  con la conocida frase de «buen almuerzo y hasta la vista». 

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