Niegan que el candidato a embajador fue rechazado por El Vaticano por ser divorciado

Niegan que el candidato a embajador fue rechazado por El Vaticano por ser divorciado

Fuentes del gobierno como de la Iglesia desmintieron la versión que circuló profusamente. Molestó en la Santa Sede que trascendiera su nombre antes del otorgamiento del plácet. Pesó además un sumario que se le instruyó cuando era cónsul en Río.

Fuentes gubernamentales y de la Iglesia desmintieron que el candidato a embajador ante la Santa Sede, Luis Bellando, haya sido rechazado por El Vaticano por su supuesta condición de católico divorciado en nueva unión como decían las primeras versiones.

Las objeciones se debieron, según los informantes consultados por Valores Religiosos, a que trascendió el nombre de Bellando antes de que Roma conediera el placet y a un sumario que años atrás le inició la cancillería cuando era consul en Río de Janeiro.

Durante la presidencia de Néstor Kirchner y siendo el canciller Jorge Taiana, se le inició un sumario a Bellando por haber participado de una scola do samba vestido de una manera que fue considerada por el ministerio de RR.EE. impropia para un diplomático.

El argumento de que es un católico divorciado en nueva unión no se sostiene incluso porque Bellando está perfectamente casado religiosamente, aseguraron las fuentes, por lo que no corresponde achacarle al Vaticano la objeción por esa supuesta situación.

En rigor, el traspié por la candidatura no es achacable a la cancillería, ya que los informantes dijeron que su postulación fue promovida por la presidencia, más precisamente por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, que busca tender puentes con la Iglesia.

Sea como fuere, la desprolijidad se produjo en momentos en que el Gobierno intenta construir una buena relación con el Papa Francisco y el presidente Alberto Fernández, tiene acordada una audiencia con el pontífice para el 31 de este mes, en e marco de una visita oficial.

Ahora, la Casa Rosada y la cancillería buscan un nuevo postulante. Y, en respuesta al deseo del Papa, debe ser un diplomático de carrera.

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