“Que a nadie se le ocurra discriminar”, el llamado del arzobispo Poli a los argentinos

“Que a nadie se le ocurra discriminar”, el llamado del arzobispo Poli a los argentinos

El cardenal pidió que “no nos invada un sentimiento de xenofobia contra nuestros hermanos que están llegando al país” e invitó a “pedirle a Dios que no seamos indiferentes ante el sufrimiento ajeno". Llamó al Estado a combatir "toda la cadena de la trata"

Como hace doce años cuando comenzaron presididas por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, la Plaza Constitución volvió a ser ayer el escenario de la misa para pedir que no haya excluidos ni trata de personas, ahora encabezada por su sucesor en el arzobispado de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli. Acompañado de curas villeros, monjas que asisten a ex víctimas de explotación sexual y referentes de entidades católicas que se ocupan de las problemáticas sociales y de ONG no confesionales, Poli sumó esta vez al ruego habitual un pedido para que “no nos invada un sentimiento de xenofobia contra nuestros hermanos bolivianos, paraguayos, peruanos y ahora también venezolanos que están llegando al país”.

“Los argentinos tenemos muchos problemas, pero que a nadie se le ocurra discriminar”, exclamó el cardenal durante la celebración, oficiada desde un improvisado altar ante gente de condición humilde, entre los que sobresalían cartoneros, vendedores ambulantes  y ocasionales transeúntes. Poli también había invitado antes a “pedirle a Dios que no seamos indiferentes ante el sufrimiento de los demás”. En ese sentido, llamó a “tomar la fuerza de Jesús en la eucaristía para seguir luchando contra la exclusión y la trata”.  A la vez que advirtió que “hay una fuerza oculta que usa a sus hermanos, a sus hermanas, que los somete y que hace de la exclusión un negocio exitoso como la droga y todas las formas que conocemos en la Argentina”.

La misa surgió en 2008 por una iniciativa del cardenal Bergoglio, la ONG La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos. Se eligió como fecha el 23 de setiembre por ser el Día Internacional contra la explotación sexual y la Trata de Personas, si bien suele correrse unos días por cuestiones organizativas. Desde entonces, sus promotores denunciaron varios talleres clandestinos en la ciudad con “trabajo esclavo”. También fueron denunciados numerosos prostíbulos.

Durante la misa de ayer, en la Oración de los Files, se pidió para que el Estado “combata toda la cadena de la trata y no caiga en el encubrimiento”. Y como ya es característico, al momento de las ofrendas se colocó un carro de un cartonero junto al altar así como diversos símbolos de organizaciones que luchan contra la exclusión y la trata.

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