Los participantes en la 28ª Conferencia de los musulmanes en América Latina y el Caribe que comenzó el pasado viernes en la ciudad brasileña de Sao Paulo, condenaron todos los actos terroristas y particularmente el atentado perpetrado en una mezquita en la ciudad de Qudayh, provincia de Qatif, en Arabia Saudita.
Asimismo, hicieron hincapié en que este acto criminal y el derramamiento de sangre tiene el único objetivo es desmantelar la unidad de la nación islámica y encender el fuego de la lucha en la región.
De acuerdo con medios internacionales, participaron en esta conferencia cuyo tema es “El extremismo y su impacto en las minorías musulmanas”, mas de 120 eruditos, líderes religiosos, investigadores y pensadores islámicos de 33 paises, además de representantes de la Organización de la Cooperación islámica, miembros del Congreso Islámico Europeo y varios embajadores de países árabes e islámicos acreditados en Brasil..
Dirigiéndose a los participantes, Sheij Ahmed Ben Ali Alsaifi, presidente del Centro de Predicación para América latina, dijo que los musulmanes en todas partes del mundo condenan el terrorismo y el extremismo.
Alsaifi, agregó que la conferencia tiene como objetivo establecer una definición clara del extremismo, la discriminación racial y el terrorismo, el alivio del sufrimiento de las minorías musulmanas de los efectos del extremismo, la discriminación racial, la hostilidad creciente contra los musulmanes, y el establecimiento de una cooperación útil y constructivo entre las instituciones y los centros islámicos para unificar visiones y metas.
Los participantes emitieron una declaración final antes del cierre de las actividades de la conferencia.
Texto completo de la declaración final:
Los participantes recomiendan la creación un centro informativo especializado que tendrá la tarea de corregir los conceptos erróneos sobre el islam y expandir el pensamiento moderado.
Asimismo, insisten sobre la necesidad de definir y prohibir el extremismo y criminalizar el terrorismo bajo todas sus formas, juzgando y condenando a todos aquellos que participen de cerca o de lejos en operaciones terroristas, que sean individuos, instituciones o gobiernos.
Es necesario abordar todas las causas del extremismo, la violencia y el terrorismo, en particular el desconocimiento de los preceptos islámicos, la confiscación de los derechos y de las libertades, la colonización, la pobreza y la desocupación.
Los participantes denuncian y condenan todas las prácticas violentas, el extremismo, el terrorismo, y la tortura practicada en nombre de la religión que es inocente de este tipo de prácticas, haciendo hincapié en la importancia de fortalecer el papel de los científicos, académicos, predicadores, los imames de las mezquitas, los educadores, los organismos científicos y las instituciones educativas, en la sensibilización y en la lucha contra el extremismo y la intolerancia, y en particular dentro de las comunidades minoritarias, así como la necesidad de trabajar sobre la base de jurisprudencia compatible con los musulmanes que viven fuera del mundo islámico.
Los participantes subrayan a través de la declaración final de la conferencia, la importancia de fortalecer las relaciones entre las instituciones islámicas que patrocinan las campañas de predicación fuera del mundo islámico, haciendo hincapié en la importancia de cumplir con su rol en la información y mostrar la verdadera imagen del Islam que aboga por la tolerancia, el amor, la convivencia pacífica y la cooperación.
Las recomendaciones incluyen la necesidad de organizar cursos de formación para los jóvenes musulmanes a fin de alejarlos del extremismo, de la violencia y del terrorismo y incentivar el rol de la mujer en las instituciones islámicas para que se transforme en un líder activo en la sociedad.
Los participantes hacen hincapié en el estatus de la sagrada mezquita “Al Aqsa”, en el Qods (Jerusalén), condenando todas las practicas del régimen israelí que tienen por único objeto eliminar el ser palestino que sea musulmán o cristiano, exigiendo de la comunidad internacional una firme condena de estas prácticas.
Los participantes exhortan a los países americanos y europeos activar la Resolución de las Naciones Unidas, numero 224/65, del 11 de abril 2011 y que estipula la criminalización de la difamación de las religiones y las agresiones contra los símbolos religiosos sagrados, pidiendo a los gobiernos e instituciones pertinentes que tengan que criminalizar la expiación, y establecer leyes punitivas a fin de eliminar este fenómeno.
La declaración final de la conferencia hace hincapié en la importancia del papel de los medios de comunicación en todas sus formas para la difusión de los valores y destacar la imagen tolerante del Islam, y también la importancia del diálogo interreligioso a fin de consolidar la convivencia pacífica.
Los participantes en la Conferencia concluyeron sus recomendaciones elogiando el papel de los países árabes e islámicos, por su labor y su contribución continua a los musulmanes fuera y dentro del mundo islámico.
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