Murió Santiago de Estrada, un servidor público coherente con su fe

Murió Santiago de Estrada, un servidor público coherente con su fe

La misa exequial del ex embajador ante la Santa Sede será este martes 9 de abril a las 13.30, en la Basílica del Pilar, y el entierro a las 16, en el cementerio Parque Memorial.

 

El Dr. Santiago de Estrada, ex embajador ante la Santa Sede, Secretario de Culto y de la Seguridad Social, falleció este lunes 8 de abril a los 88 años. La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) transmitió su sentido pésame y sus condolencias a la familia, amigos y allegados luego de que se conociera la noticia de su fallecimiento.

“Elevamos una ferviente oración por el alma de quien fuera secretario de Culto de la Nación y embajador ante la Santa Sede, hombre de fe profunda y testimonio evangélico. Honró con su atención y generosidad a la Iglesia Católica que peregrina en nuestra patria”, expresó el organismo episcopal en un comunicado.

Político y abogado de extensa trayectoria y de arraigada fe católica, desplegó un rico itinerario público, especialmente en los últimos cuarenta años, en el campo de la seguridad social y en la definición de las normas que regulan la relación del Estado con la Iglesia.

De amplia capacidad política para construir consensos, fue un hombre de consulta en distintas gestiones políticas, con un fuerte compromiso por la institucionalización del país.

Había nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1935, en la misma fecha pero un año antes que Jorge Bergoglio –hoy papa Francisco-, un detalle siempre presente en el amistoso diálogo que cultivó con el pontífice argentino.

Por lazos familiares, heredó la vocación por el ejercicio de la actividad política. Su padre, Santiago de Estrada, de larga trayectoria judicial y militancia católica, fue embajador ante la Santa Sede durante los gobiernos de Arturo Frondizi, Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Agustín Lanusse.

 

 

Egresado del colegio Champagnat, se graduó de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en 1960. Años más tarde, fue convocado por el teniente general Videla para conducir el área de Seguridad Social (1976-1980), tomando también a su cargo el PAMI.

El presidente Alfonsín le confió la embajada argentina ante la Santa Sede durante el pontificado de Juan Pablo II. Desde ese rol, siguió de cerca y tuvo intervenciones decisivas en el proceso de mediación papal que llevó adelante el cardenal Antonio Samoré, por el conflicto de la Argentina con Chile por el Canal de Beagle, que concluyó con la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambos países. En su misión diplomática, participó desde la embajada en el Vaticano de los preparativos para el segundo viaje pastoral del Papa polaco a la Argentina, donde fue recibido por el presidente radical.

Luego, el presidente Menem lo nombró secretario de Seguridad Social, puesto desde el cual también condujo el PAMI. Al asumir, resignó la banca de diputado nacional que había obtenido en las elecciones de 1989, por la Confederación Federalista Independiente. Dejó el cargo en 1991, en desacuerdo con la reforma previsional que derivó en la creación de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). 

Fue uno de los dirigentes que participó en la fundación del PRO y acompañó a Mauricio Macri en su gobierno, desempeñando el cargo de secretario de Culto, desde donde desarrolló una cordial relación con la Iglesia y tuvo un buen vínculo con el Papa. Fue un hombre de permanente consulta para el líder de Pro.

Para despedir sus restos, se oficiará este martes, a las 13.30, una misa de cuerpo presente en la basílica del Pilar y el entierro se hará, a las 16, en el cementerio Parque Memorial.

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