La carta de Francisco al Vicario Patriarcal para Jordania, Lahham, en ocasión de una visita de mons. Galantino a los campos para prófugos. Los cristianos «son mártires de hoy, humillados y discriminados por su fidelidad al Evangelio»
Papa Francisco renovó su deseo de que «la Comunidad Internacional no asista muda e inerte» frente al crimen «inaceptable» contra las minorías religiosas, en particular contra los cristianos, «víctimas del fanatismo y de la intolerancia», de «atroces, inhumanas e inexplicables persecuciones». Lo hizo en una carta enviada a mons. Maroun Lahham, obispo auxiliar de Jerusalén de los Latinos y vicario patriarcal para Jordania, aprovechando del viaje durante el que el Secretario de la Conferencia Episcopal de Italia, mons. Nunzio Galantino, estará en Jordania (desde hoy y hasta el próximo domingo) para visitar los campos de refugiados. Los cristianos, escribió Francisco, «son los mártires de hoy, humillados y discriminados por su fidelidad al Evangelio».
«Querido hermano», escribió el Papa, «aprovecho de la visita a Jordania de S.E. Mons. Nunzio Galantino, Secretario General de la Conferencia Episcopal Italiana, para llegar con una palabra de esperanza a todos los que, oprimidos por la violencia, se han visto obligados a abandonar sus casas y sus tierras. En varias ocasiones he querido dar voz a las atroces, inhumanas e inexplicables persecuciones contra quienes en muchas partes del mundo (y sobre todo entre los cristianos) son víctima del fanatismo y de la intolerancia, a menudo bajo los ojos y en el silencio de todos. Son los mártires de hoy, humillados y discriminados por su fidelidad al Evangelio. Mi recuerdo, que se hace llamado solidario, pretende ser signo de una Iglesia que no olvida y no abandona a sus hijos exiliados debido a su fe: que sepan que una oración cotidiana se eleva por ellos, además del reconocimiento por el testimonio que nos ofrecen».
«Mi pensamiento -prosiguió Francisco en su mensaje- va también a las Comunidades que han sabido hacerse cargo de estos hermanos, evitando dirigir la mirada hacia otra parte. Ustedes anuncian la resurrección de Cristo compartiendo el dolor y la ayuda solidaria que ofrecen a cientos de miles de prófugos; inclinándose sobre sus sufrimientos, que pueden incluso llegar a sofocar sus esperanzas; ofreciendo su servicio de fraternidad, que aclara incluso momentos muy oscuros de la existencia. Que el Señor los recompense, como solamente él Puede hacer, con la abundancia de sus dones. A su vez -prosiguió el Papa-, que la opinión pública mundial pueda estar cada vez estar atenta, ser sensible y partícipe frente a las persecuciones conducidas en contra de los cristianos y, más en general, de las minorías religiosas. Renuevo la esperanza de que la Comunidad Internacional no asista muda e inerte frente a tal inaceptable crimen, que constituye una alarmante negación de los derechos humanos más esenciales e impide la riqueza de la convivencia entre los pueblos, las culturas y las religiones».
La Conferencia Episcopal de Italia indicó que entre el 6 y el 9 de agosto el Secretario General de la misma, mons. Nunzio Galantino, estará en Jordania como invitado del Patriarca de Jerusalén, Su Beatitud Fouwad Twal, y del Vicario Patriarcal de Jordania, el Obispo Maroun Lahham. Este viaje se lleva a cabo justamente a un año de la llegada a Jordania de los prófugos iraquíes, que comenzó el 8 de agosto de 2014. El programa prevé la visita a algunos centros para prófugos y refugiados, con encuentros y testimonios. El particular, el 8 de agosto por la tarde mons. Galantino participará en un encuentro de oración en la ciudad de Amán, promovido por la Cáritas jordana en colaboración con las comunidades caldea y siríaca, las Asociaciones, los sacerdotes y los voluntarios que se ocupan de los prófugos. Participará la familia real, además de las autoridades estatales y exponentes de otras Iglesias.
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