“En Mosul una crueldad que hacer llorar y deja sin palabras”

“En Mosul una crueldad que hacer llorar y deja sin palabras”

Durante el Ángelus, el Papa condenó el asesinato, a sangre fría, de inocentes y niños. Y trazó el perfil del misionero «alternativo y nunca agresivo»

GIACOMO GALEAZZI - CIUDAD DEL VATICANO

Las lágrimas de Francisco por «los inocentes y niños asesinados a sangre fría» en Mosul. Un llamado por un «Irak firme hacia un futuro de paz y seguridad», y la condena de la «crueldad» contra cristianos y musulmanes. «En estas horas dramáticas, estoy cerca de toda la población de Irak, en particular a la de la ciudad de Mosul —afirmó Francisco. Nuestros ánimos están sacudidos por los crudos actos de violencia que desde hace demasiado tiempo se están cometiendo contra los ciudadanos inocentes, tanto musulmanes como cristianos». El dolor de Francisco fue enorme, al enterarse del asesinato «a sangre fría de los hijos de esa tierra, entre los que había muchos niños: esta crueldad nos hace llorar y nos deja sin palabras». Y «a la palabra de solidaridad», indicó, se suma su «recuerdo en la oración, para que Irak, duramente afectado, sea fuerte y firme en la esperanza de poder ir hacia un futuro de seguridad, de reconciliación y de paz. Por ello les pido a todos ustedes que se unan a mi oración».

Alternativos, valientes y nunca polémicos ni arrogantes. Es el perfil del misionero cristiano que describió hoy Papa Francisco durante el Ángelus, en ocasión de la Jornada Misionera Mundial. «¡Hoy es tiempo de misión y es tiempo de la valentía, de gastarse por el Evangelio, aunque tener valentía no sea garantía del éxito». El Pontífice pidió «valentía para luchar, no necesariamente para vencer» y «para anunciar, no necesariamente para convertir», es decir «para ser alternativos al mundo, pero sin volverse polémicos o agresivos», explicó el Papa en una Plaza San Pedro soleada y llena de fieles. «Se nos pide la valentía para abrirnos a todos sin disminuir jamás lo absoluto y único de Cristo, único salvador de todos —afirmó Jorge Mario Bergoglio. Se nos pide la valentía para resistir a la incredulidad, sin volvernos arrogantes. Se nos pide también la valentía del publicano del Evangelio de hoy, que con humildad no se atrevía a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo ¡Oh Señor, ten piedad de este pecador! Hoy es tiempo de la valentía. ¡Hoy es necesaria la valentía!».

En la narración autobiográfica de san Pablo, es decir en el pasaje de la Segunda Carta a Timoteo, «se refleja la Iglesia, especialmente hoy, Jornada Misionera Mundial, cuyo tema es Iglesia misionera, testimonio de misericordia». En Pablo, indicó el Pontífice, «la comunidad cristiana encuentra su modelo, en la convicción de que es la presencia del Señor la que hace eficaz el trabajo apostólico y la obra de evangelización». La experiencia del apóstol de los gentiles, según Jorge Mario Bergoglio, «nos recuerda que debemos comprometernos en las actividades pastorales y misioneras, por una parte, como si el resultado dependiera de nuestros esfuerzos, con el espíritu de sacrificio del atleta que no se detiene ni siquiera frente a las derrotas; pero, por otra, sabiendo que el verdadero éxito de nuestra misión es don de la Gracia: es el Espíritu Santo el que hace eficaz la misión de la Iglesia en el mundo». Por ello exhortó a «reforzar los pasos vacilantes, retomar el gusto de gastarse por el Evangelio, volver a adquirir la confianza en la fuerza que la misión lleva consigo», porque, «es tiempo de valentía, aunque tener valentía no sea garantía de éxito».

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