Mons. Puiggari: “Occidente ha sido muy indiferente con los refugiados”

Mons. Puiggari: “Occidente ha sido muy indiferente con los refugiados”

El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, invitó a tomar conciencia del drama que enfrentan miles de familias desplazadas de sus hogares a causa de la guerra en Medio Oriente y pidió rezar y ayunar por la paz en Medio Oriente y los cristianos perseguidos.

El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, invitó a tomar conciencia del drama que enfrentan miles de familias desplazadas de sus hogares a causa de la guerra en Medio Oriente y pidió rezar y ayunar por la paz en Medio Oriente y los cristianos perseguidos. 

En diálogo con Radio Corazón, el prelado sostuvo que “Occidente ha sido muy indiferente” a las migraciones forzadas a causa del hambre, de la persecución y de la guerra. También se refirió a la muerte del pequeño Aylan Kurdi, cuya foto provocó una ola de indignación en Europa y en todo el mundo. 

“Es cierto que la muerte de este chiquito Aylan nos estremece y ha tocado el corazón de todos, pero la realidad es que todo esto pasa desde antes”, advirtió. 

“Esto es por la indiferencia de Occidente. Pero esta situación hará globalizar la solidaridad. Podemos rezar, y sabemos del poder de la oración. Es lo que nos piden ellos, y no hacer malabarismos. Ellos nos piden rezar para que Dios consiga el don de la paz”, dijo el arzobispo. 

Para monseñor Puiggari, la situación que viven millones de refugiados a causa del avance del Estado Islámico es, fundamentalmente, porque se trata de “lograr el exterminio del cristianismo”, y pidió sumarse al pedido del Papa: "Que todos los cristianos recemos, ayunemos y pidamos a Jesucristo para que haya paz en esas tierras”. 

Para el arzobispo, "el Occidente ha sido muy indiferente, no busca soluciones, como sí lo hizo cuando hubo intereses políticos y económicos de fondo. También destacó el ejemplo de los cristianos perseguidos: “A ellos les ofrecen todo si dejan de ser cristianos, pero la adhesión a Cristo es más fuerte que la propia vida. Que en el corazón de los cristianos siempre tengamos una oración por nuestros hermanos perseguidos”.

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