El obispo de Mar del Plata, al reflexionar sobre la fiesta de Pentecostés, hizo foco en 3 puntos resumidos en los términos "salir", "audacia" e "invocar".
El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, en sus reflexiones sobre la fiesta de Pentecostés, se concentró en 3 puntos: “salir”, “audacia” e “invocar”.
El Espíritu nos hace salir de nuestro encierro
En cuanto al primer punto, el diocesano expresó: “El Espíritu, como viento, nos saca de la comodidad y nos urge a salir del encierro personal y comunitario que a veces nos atrapa” y exhortó: “¡Qué seamos discípulos misioneros que salimos de nuestro encierro por la acción poderosa del Santo Espíritu!”.
El Espíritu nos capacita para anunciar con audacia las maravillas de Dios
Al respecto el obispo marplatense subrayó: “Los apóstoles anuncian a todos las maravillas de Dios y lo hacen con gran valentía, con audacia y sin falsos complejos” y animó luego: “¡Que podamos anunciar con audacia que Dios nos ama, que está siempre cerca de nosotros y quiere lo mejor para cada uno y toda la humanidad!”.
Invocar constantemente la presencia del Espíritu
En lo que hace a este tercer punto, monseñor Mestre indicó: “Tanto para salir de nosotros mismos como para ser audaces en nuestra tarea evangelizadora, se hace absolutamente necesario invocar al Espíritu Santo” y concluyó el prelado marplatense: “Sin la acción del Espíritu en nuestra vida, todo se cae y todo se derrumba. Este es el punto esencial de lo que hoy celebramos”.
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