Mons. García Cuerva: "El camino de Pedro es el camino de toda la humanidad"

Mons. García Cuerva:

El obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva, celebró la misa del domingo 30 de agosto en la capilla del obispado. 

El obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva, celebró la misa del domingo 30 de agosto en la capilla del obispado y reflexionó con un imaginario diálogo con Pedro, concluyendo en que “el camino de Pedro es el camino de toda la humanidad”.

Comenzó invitando a iniciar este diálogo con el apóstol Pedro, “el que la semana pasada confesó a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios vivo, por lo que Jesús lo presentó como la roca firme sobre la que iba a edificar la Iglesia. Hoy es el mismo Pedro el que no está de acuerdo con los planes del Señor. Se transformó de roca donde edificaba la iglesia, en una roca de obstáculo, de escándalo”.

El prelado sureño animó a los fieles a hacerle al apóstol diversas preguntas: “¿Pedro, qué te pasó?”, dijo el obispo en reiteradas ocasiones, y se puso en la voz de Pedro: “Pedro nos podrá decir: ‘Es que Jesús habló de sufrimiento y de los poderosos de Jerusalén, y tuve miedo, ‘¿Acaso ustedes no tienen miedo?’ Nosotros también tenemos miedo, al futuro, al Covid, a esos poderosos anónimos ligados a la corrupción y al narcotráfico que destruyen nuestro país”, expresó monseñor García Cuerva. 

“Nosotros -prosiguió-, también a veces nos creemos dueños de la verdad y nos cuesta aceptar que no tenemos la razón siempre, y que también estamos equivocados”. Nuevamente en el papel de Pedro, expresó: “’Me quedé con la parte negativa del discurso de Jesús. Me olvidé de que al final del anuncio dice que va a resucitar’. Y nosotros también somos negativos y pesimistas a veces, y nos cuesta reconocer las cosas buenas que nos van pasando”.

Después mencionó las veces que “nos cuesta enfrentar los conflictos y nos escapamos”, y en palabras de Pedro dijo: “Me olvidé que soy parte de una comunidad de discípulos y de hermanos, que quiere que trabajemos como familia. Me ganó mi carácter impulsivo, mi lengua es más rápida que mi cabeza”. Y el prelado de Río Gallegos agregó: “Nosotros también a veces decimos cosas de las que después nos arrepentimos. No pensamos lo que decimos y con la lengua destruimos a todos”.

 

Al preguntarle de nuevo a Pedró "¿qué te pasó?", respondió: “Me ganó la mentalidad del mundo, entendí que seguirlo a Jesús era llenarme de fama y triunfalismo. Sí, Pedro, tenés razón”, respondió poniéndose en lugar de los hombres, “más en el tiempo de pandemia. Tanto corríamos y ahora nos dimos cuenta de que no era lo más importante. Empezamos a valorar los afectos, lo de todos los días”. 

“Pedro dirá: ‘me tentó Satanás, me tentó y caí, ¿a ustedes nunca les pasa?’”, prosiguió monseñor García Cuerva. “Cuántas veces queremos hacer el bien y no nos sale. Cuántas veces hicimos las cosas bastante bien y de repente caemos. Por eso en el padrenuestro pedimos no caer en la tentación”, recordó.

“Me puse delante de Jesús, y me olvidé que Él es el maestro y yo soy el discípulo”, volvió a decir en palabras de Pedro, y antes de concluir mencionó que “nos queda por preguntarle a Pedro, en este diálogo imaginario, ‘¿Qué te pasó, cómo siguió la cosa?’. ‘Me dieron ganas de dejarlo porque me dio vergüenza, los discípulos se habrán reído de mí, me sentí mal, incómodo, ridiculizado, no puede ser que no haya entendido lo que Jesús me estaba diciendo’, -habrá dicho Pedro-. ‘Pero volví a recordar cuando me llamó a orillas del lago a ser pescador de hombres. Y me di cuenta de que no me estaba retando, me estaba enseñando’”. Por eso, monseñor García Cuerva afirmó “El Reino de Dios no se conquista con una guerra, se conquista con los gestos de amor de todos los días”. 

Finalmente, recordó las veces que “queremos tirar la toalla, no lo entendemos a Dios y casi que perdemos la fe”, e invitó a “mirar la cruz”, para tener presente “cuánto nos ama y qué importante somos para Dios. Ahí nos damos cuenta de que a Él no le importa cuántas veces caigamos sino cuántas nos levantamos. Entonces nos damos cuenta que el camino de Pedro es el camino de toda la humanidad”, afirmó el prelado y agradeció a Pedro, “porque hoy en vos nos vemos reflejados y hoy Jesús nos invita a seguirlo nuevamente”, concluyó.

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