Mons. Fassi: "Nadie está de más, ni puede ser ocultado, eliminado o descartado"

Mons. Fassi:

El obispo de San Martín recordó que hace un año decenas de personas murieron por consumir "droga adulterada", y llamó a asumir un fuerte compromiso como sociedad ante este flagelo.

El equipo de la Pastoral Social de la diócesis de San Martín, emitió un comunicado firmado por el obispo, monseñor Martin Fassi, y en el que recordó el primer aniversario de aquel trágico hecho en el que murieron 24 personas por consumir “droga adulterada” y otras tantas resultaron hospitalizadas. 

“Hace un año nos estremecíamos por la muerte de decenas de personas, los más de 80 afectados graves de salud y las familias golpeadas, producto de lo que se popularizó como ‘droga adulterada’. Una manera de titular una sustancia que intencionalmente, fue envenenada y traficada para matar”, expresó monseñor Fassi en el documento publicado el 3 de febrero . 

En ese sentido, el prelado reflexionó que luego de un año transcurrido desde entonces, “nos cuestionamos como Iglesia diocesana y como sociedad… ¿En qué quedó todo?”.

Tomando el pasaje del libro del Génesis, en el que relata cómo Caín mató a su hermano Abel y trató de esconder su acto delante de Dios, quien luego le preguntó ¿Dónde está tu hermano Abel?, monseñor Fassi aseguró que "nadie está de más, ni puede ser ocultado, eliminado o descartado”, continuó. 

A un año de la tragedia, continuó, “nos preguntamos si contestamos con Caín: ‘No sé… ¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?’. En esa línea, instó a preguntarse si “nos hicimos cargo de las causas del dolor o si fuimos misericordiosos como sociedad de San Martín y Tres de Febrero”.

“Tanto entonces como ahora, el clamor sigue llegando al cielo, pues hoy, en este mismo momento, se siguen multiplicando las víctimas del siniestro mecanismo de omisiones y ausencias y complicidades políticas-judiciales-policiales para la muerte y exclusión. Los mismos que se restablecieron al poco tiempo de ocurrida la tragedia”, enfatizó.

Sin embargo, aseguró, “en este tiempo surgieron signos de esperanza”, y “ante esta realidad, como Iglesia diocesana, tanto el obispo, nuestros pastores y el equipo de Pastoral Social, nos pusimos a disposición de la escucha y el acompañamiento en el dolor de las víctimas y sus familias”.

“También acompañamos una acción más decidida y organizada, junto a organismos de los estados municipales, provinciales y nacionales de salud mental y adicciones, instituciones de la comunidad, el Hogar de Cristo y movimientos sociales, tanto en los distritos de San Martín como en Tres de Febrero. Vimos también la creación de algunos dispositivos de atención sobre consumos problemáticos…Pero no alcanza”, señalaron. 

Por ello, reafirmaron, “volvemos a exhortar a la sociedad, al Estado y a la política, sobre la necesidad de proclamar una “Ley de Emergencia Social en Adicciones”, que priorice el destino de los recursos materiales y humanos para atender la grave situación de quienes son descartados por su enfermedad, como a sus familias. Al mismo tiempo, adoptar medidas similares en los niveles provincial y municipal”.

Monseñor Fassi manifestó que también “convocamos a que se multipliquen todas aquellas acciones de la comunidad que provean contención y escucha, educación, entretenimiento, deporte, aprendizaje de valores y amistad, que en nuestra experiencia se sintetiza en las “3C”: Capilla, Club y Colegio”. 

Finalmente, manifestó: “Pidamos a Jesús, que pasó haciendo el bien y curando a todas y todos, que nos ayude en nuestro compromiso para sanar las heridas de nuestro pueblo de San Martín y Tres de Febrero”.

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