"Como diáconos, a imitación de Jesús, nunca se quiten la toalla", exhortó el obispo a Humberto Reche y Ezequiel Luján, quienes recibieron las sagradas órdenes el 14 de octubre.
El obispo de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez, ordenó el pasado sábado 14 de octubre a los diáconos Humberto Reche y Ezequiel Luján, en una misa concelebrada por numerosos sacerdotes del clero diocesano.
El director del seminario de San Juan, donde Humberto y Ezequiel continúan sus estudios, también viajó para participar de la ceremonia, junto a otros sacerdotes que han estado acompañando la formación de los nuevos diáconos.
A partir de ahora, los jóvenes tendrán entre sus funciones anunciar el Evangelio, bautizar, asistir al sacerdote en el altar, distribuir la comunión y dar testimonio cristiano ayudando a los más pobres.
En la homilía, monseñor Domínguez pidió a los jóvenes ser siempre fieles, con la mirada puesta en Dios: “Como diáconos, a imitación de Jesús, nunca, nunca se quiten la toalla”.
A su vez, remarcó a los nuevos diáconos que ese ministerio se funda en el misterio de la imitación y del servicio en sus tres dimensiones: en la palabra, la caridad y la liturgia. También enfatizó la importancia de nunca dar motivo de escándalo.
“Que la Palabra de Dios sea en el ministerio de ustedes como una pasión que los impulse a no guardarse el mensaje de Jesús ante nadie”, exhortó.
Los familiares de Humberto y Ezequiel los acompañaron también en la ceremonia presencialmente, mientras que quienes no pudieron asistir lo hicieron a través de la transmisión en vivo que realizó Productora San Gabriel.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando los jóvenes fueron revestidos para luego recibir los Evangelios, momento en que el prelado los exhortó ritualmente a cada uno: “Cree lo que lees, enseña lo que crees y practica lo que enseñas”.
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