Mons. Chávez: Adviento, nueva etapa del camino del Pueblo de Dios

Mons. Chávez: Adviento, nueva etapa del camino del Pueblo de Dios

“Culminando el año litúrgico en la fiesta de Cristo Rey, también culminamos el Año de la Misericordia que nos propuso el Santo Padre y nos disponemos a comenzar con el Adviento una nueva etapa en nuestro camino como Pueblo de Dios”, expresa el obispo de Añatuya, monseñor José Melitón Chavez, en el comienzo de su carta de Adviento dirigida a la comunidad diocesana

Tras recordar que “la misericordia de Dios, que este año ha sido objeto de reflexión, peregrinaciones y verdaderos gestos de conversión personal y comunitaria, seguirá siendo para nosotros camino y norma de vida constante”, el prelado manifiesta que “Dios no sólo tiene misericordia con nosotros, sino que Él, en su esencia más íntima, es misericordia, y su Hijo es por siempre rostro de esa misericordia para con todos los hombres. Por lo tanto nosotros, somos hijos de esa misericordia, vivimos porque Él tiene misericordia de nosotros, pecadores. Por eso también estamos llamados a ser rostro de esa misericordia para todo hombre”. 

“Ojalá -expresa después- que a través de este año se haya grabado esa huella imborrable de su amor en nuestras vidas para ser en verdad misericordiosos como el Padre. Que su misericordia se haya convertido en la norma por excelencia de nuestro obrar. Nuestra pastoral en todos sus ámbitos deberá expresar en todo los rasgos ese amor que acepta a todos, que hace lugar a sus hijos, sobre todo a los mas heridos y agobiados y que busca los caminos para facilitar el acceso a los bienes de la salvación como la Palabra de Dios, los sacramentos y la vida comunitaria. Una Iglesia que dejando de ser controladora se haya convertido en facilitadora de los bienes divinos. Al decir del Santo Padre, una Iglesia casa de puertas abiertas, en salida, como un hospital de campaña para curar las heridas de sus hijos”. 

Hogar de Cristo “Cura Brochero” 

Mons. Chávez aprovecha la carta de Adviento para anunciar la creación de un hogar para atención de jóvenes en situación de riesgo. “El Santo Padre -dice el obispo- nos ha recomendado poner especial atención a las obras de misericordia de manera que con nuestros gestos podamos tocar la carne de Cristo en las heridas de nuestra gente. Es por eso que al culminar este Año de la Misericordia, como fruto cargado de esperanza y siguiendo las huellas trazadas por monseñor Jorge Gottau, anunciamos la creación del Hogar de Cristo “Cura Brochero”, en honor a nuestro primer santo argentino. Funcionará en un local que refaccionamos para este fin. El Hogar de Cristo es un modelo de respuesta comunitaria eclesial a la problemática de los adolescentes y jóvenes en situación de riesgo, sobre todo los afectados por el consumo de drogas y alcohol. Estará abierto a toda la diócesis, aunque esperamos crear otros similares en las principales ciudades de la diócesis”.

Hacia la beatificación de Mons. Gottau 

También se refirió a la beatificación del primer obispo de Añatuya. “Este año que iniciamos en Adviento -señala- tendrá una especial significación para nosotros ya que el 23 de mayo celebraremos el centenario del natalicio de monseñor Jorge Gottau, cuya causa de canonización en su fase diocesana está prácticamente concluida y deberemos aguardar los pasos a seguir de acuerdo con lo que disponga la Congregación para las Causas de los Santos. 

Pastoral 2017 

“Oportunamente -dice por último monseñor Chávez en su carta de adviento- daremos a conocer la programación pastoral 2017 para sumarnos a las actividades que se propongan en las distintas áreas”. 

Y agrega: “Quisiera de corazón insistir en el camino señalado hace un año de mi llegada a esta querida diócesis: Cercanía y sinodalidad. Estoy convencido de que ésta debe ser nuestra respuesta eclesial en estos tiempos que vivimos. Todos, en todas las áreas pastorales, en todos los ámbitos: parroquias, capillas, colegios, movimientos, instituciones y familias. Salir al encuentro, acercarnos, caminar juntos. Esto suena bien, pero muchas veces exige de nosotros una ascesis personal y comunitaria para la cual contamos con la asistencia del Espíritu Santo y la intercesión de la Virgencita que acompaña y nos guía en nuestro camino. 

“Deseo de todo corazón que este tiempo de adviento sea para todos ustedes, especialmente para los más afligidos y agobiados, una nueva posibilidad de encontrarse y facilitar el encuentro de todos con el que con infinita misericordia viene a rescatarnos y a colmarnos de Vida”, concluyó.

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