“Hay gente que se resiste a pensar en los subsidios, pero son necesarios porque hay un millón de chicos que no estudian ni trabajan”, sostuvo en una entrevista al programa radial “Mañana empiezo”, que conduce María Laura Santillán. 

Al ser consultado sobre cómo era la relación con el gobierno de Mauricio Macri, monseñor Casaretto respondió: “Con la gente del Gobierno hoy se puede hablar con mucha claridad, antes el diálogo era más que nada con los gremios”. 

El prelado reconoció, sin embargo, que “con todos los gobiernos cuando se habla de pobreza se arma lío, se ponen molestos”. 

Monseñor Casaretto insistió en la necesidad de profundizar el diálogo en una “mesa social”, y subrayó el pedido de la Conferencia Episcopal Argentina en este sentido: “Es una de las cuestiones que hemos propuesto, me parece que el Gobierno está interesado en armar distintos ámbitos”. 

“Se ha aceptado no como una mesa social sino como varias mesas sociales. No es algo institucionalizado, pero tiene mucho diálogo con todos los movimientos sociales que están surgiendo con fuerza. Y la pastoral está acompañando”, precisó. 

El obispo desestimó las especulaciones que se hicieron sobre la ideología política del papa Francisco y sus supuestas diferencias con el presidente argentino: “Puede ser que comenten que es peronista, pero no es tan así. ¿La relación con Macri? Si le sonrió o no son cosas de chiquitaje”. 

Por último, monseñor Casaretto se refirió al problema de la inseguridad y el narcotráfico, al advertir que “si la Iglesia se convierte en policía, deja de ser iglesia”.