Por Julieta Villar

Se trata de una de las expresiones de fe más convocantes de la región, que cada año congrega a una multitud en torno a la figura de la “Mamita del Cerro”.

Este año, los festejos llevan por lema: “Por amor a la Virgen, ensancha el espacio de tu tienda”.

El ascenso comenzó desde la iglesia de la localidad de Tumbaya, hacia donde el próximo domingo bajará la imagen de la Virgen. Por estos días, los peregrinos recorren los tres caminos habilitados, con distancias de entre 15 y 25 kilómetros hasta el santuario.

El comisionado municipal del lugar, Javier Medina, afirmó ante la agencia Télam que “el pueblo de Tumbaya esperó con ansias este nuevo año de peregrinación”.

Para esta fecha, explicó, se realizó un trabajo coordinado entre instituciones locales y organismos oficiales con el fin de "brindar la asistencia necesaria a los concurrentes”. Se trata de una celebración con un tinte especial, porque la comunidad conmemora este año el 50° aniversario del descenso de la Virgen de Copacabana de Punta Corral, festejo que tuvo que postergarse durante dos años debido a la pandemia del coronavirus.

Este año, el Papa Francisco impartió la bendición apostólica y concedió indulgencias plenarias a quienes asistan a la celebración y cumplan con las condiciones: confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Santo Padre. La bendición de bandas de sikuris -músicos que ejecutan sus instrumentos en ofrenda a la Virgen- y la peregrinación tendrán lugar el lunes 3 de abril, mientras que la Misa en el santuario se celebrará el martes 4 y la bajada de la imagen de la Virgen será el miércoles 5. 

Desde enero, y con motivo de este aniversario especial, se realizan “tertulias”, eventos donde los fieles de esta devoción comparten sus testimonios, que se recopilarán en una publicación. Además, en el marco del año jubilar mariano (1973-2023), se llevará a cabo el 22 de abril la peregrinación a Tumbaya para el encuentro con la Mamita del Cerro. 

En sus inicios, a principios del siglo XX, la bajada tenía como destino el pueblo de Tilcara, pero a lo largo de los años se produjo un “desdoblamiento” de la celebración, ya que los habitantes de Tumbaya pedían que también llegue a su localidad al encontrarse el santuario en su jurisdicción. Por ese motivo, los pobladores de Tilcara construyeron una nueva capilla y confeccionaron una réplica de la imagen de la Virgen.