Mestre: “Disfruté profundamente de cada pequeño acontecimiento de la vida diocesana”

Mestre: “Disfruté profundamente de cada pequeño acontecimiento de la vida diocesana”

“Me llevo en el corazón los rostros y los sentimientos de todo lo que Dios nos permitió gozar en este tiempo", dijo desde la Iglesia Catedral.

Con lágrimas en los ojos al cierre de un emotivo discurso, el obispo Gabriel Mestre se despidió de la Diócesis de Mar del Plata luego de seis años al frente de la institución. “Disfruté profundamente de cada lugar o pequeño acontecimiento de la vida diocesana”, dijo desde la Iglesia Catedral ante un auditorio colmado.

Mestre encabezó esta tarde su última misa antes de dejar el cargo en la ciudad y convertirse en el arzobispo de La Plata, cargo con el que fue reconocido por el Papa Francisco.

Desde temprano la comunidad religiosa marplatense participó de diversas actividades y se congregó en la principal sede cristiana de la ciudad, con cánticos y oraciones para homenajear al obispo. De la ceremonia principal participó el intendente Guillermo Montenegro, además de representantes de diversos organismos del Estado.

Durante su discurso, Mestre reconoció que durante los seis años recorridos “veo que lo bueno que puede hacer es porque detrás de cada gesto pastoral había un equipo que sostenía y ejecutaba”. La figura del “trabajo en equipo” se repitió constantemente durante su alocución.

Además, el ahora arzobispo de La Plata agradeció a los que lo acompañaron en esta tarde al frente del Obispado local y dijo que fueron años en los que se trabajó “con democracia y sin tabúes”. En ese sentido reconoció que incluso “los encuentros y los desencuentros” tuvieron “una dosis de esperanza”.

“Me llevo en el corazón los rostros y los sentimientos de todo lo que Dios nos permitió gozar en este tiempo. Los voy a extrañar mucho, creo que muchísimo, porque nunca tuve que confesarme de no entregarle mi tiempo a ustedes”, remarcó Mestre antes de concluir que, por eso mismo, la despedida será “dolorosa y difícil”.

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