Capital del califato
La candidatura de la ciudad califal cordobesa de Medina Azahara para ser declarada por la Unesco Patrimonio Mundial contará en un congreso internacional en el que participarán expertos de prestigio con el respaldo de representantes e investigadores de ciudades islámicas que ya son Patrimonio Mundial, como Anjar (Líbano), Qusayr Amra (Jordania), Samarra (Irak) y Qal´a des Beni Hammad (Argelia).
De hecho, según ha anunciado este viernes la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, en la presentación de dicho congreso, la vocación del mismo, que tendrá lugar del 10 al 13 de febrero en la sede institucional de la propia ciudad palatina, es la de ser, al mismo tiempo, "un foro de discusión en torno a los valores que hacen merecedora a Medina Azahara de su declaración como Patrimonio Mundial, y ser un lugar de encuentro y de intercambio de experiencias en torno a la gestión de las ciudades islámicas incluidas en la Lista Representativa de la Unesco".
El propio título del congreso, ´Medina Azahara y las ciudades islámicas Patrimonio Mundial´ hace referencia ya a "ese objetivo fundamental", teniendo en cuenta que se busca hacer visible la candidatura de la ciudadela califal a través de esta reunión internacional, "en la que se darán cita gestores de sitios islámicos ya incluidos en la Lista Representativa del Patrimonio Mundial, responsables institucionales y especialistas en arqueología islámica".
En consecuencia, la finalidad del congreso "no es tanto dar a conocer Medina Azahara, ya suficientemente conocida en la comunidad científica y en los círculos turísticos, como poner de manifiesto y destacar la excepcionalidad y universalidad de sus valores patrimoniales", que la hacen merecedora, a juicio de Rosa Aguilar, de su declaración por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, cuestión ésta para la que la Consejería de Cultura ultima el formulario sobre la candidatura que entregará el próximo marzo, a la espera de que el Gobierno de la Nación decida presentarla ante la Unesco como la propuesta española para Patrimonio Mundial.
En cuanto al programa del congreso en sí, el director de Medina Azahara, José Escudero, por su parte, ha detallado que incluye "un amplio abanico de voces que permiten un acercamiento serio, riguroso y científico a un asunto complejo y fascinante: la de conservar y gestionar los sitios islámicos declarados Patrimonio Mundial".
El congreso se articula en ponencias alternadas con un amplio programa de visitas a la Córdoba declarada Patrimonio Mundial (Mezquita-Catedral y casco histórico) y, sobre todo, a la propia Medina Azahara y su territorio.
En las ponencias se pretende abarcar el contexto internacional de la problemática general del Patrimonio Mundial y los casos más significativos de sitios islámicos incluidos en la lista representativa. Así, se comienza con una ponencia sobre el panorama actual y las perspectivas del conjunto de bienes del estado español declarados Patrimonio Mundial, para seguir con una intervención de Icomos-España en torno a los criterios que rigen en la actualidad en la Unesco respecto a la estrategia o estrategias de las declaraciones de Patrimonio Mundial, especialmente de los bienes arqueológicos islámicos.
La explicación de Medina Azahara y de su candidatura ocupa un lugar preeminente en el congreso, según los valores universales excepcionales de este sitio irrepetible, que ha movido a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía a postular su candidatura para ingresar en el selecto grupo de los bienes declarados Patrimonio Mundial.
De este modo, los términos de comparación con sitios de similar naturaleza a Medina Azahara se establecen con ponencias en torno a la problemática actual y las perspectivas de futuro de las ciudades islámicas incluidas en la Lista Representativa del Patrimonio Mundial.
Una mirada general sobre esto se acompaña de cuatro importantes ponencias sobre otros tantos sitios, sobre su gestión y conservación, y que son representativos de la problemática que envuelve a la propia Medina Azahara.
Estos sitios son: Anjar (Líbano), una ciudad fundada tempranamente por el califa omeya Walid I a principios del siglo VIII, según el modelo de las ciudades-palacio de la Antigüedad (declarada Patrimonio Mundial en 1984); Qusayr Amra (Jordania), un pequeño palacio fortificado con baño, construido por los califas omeyas en el desierto en 712-715, notable por sus pinturas figurativas de tradición romana (declarado en 1984, con una extensión en 1994); Samarra (Irak), gigantesca ciudad, capital del califato abasí entre 836 y 892, que conserva las ruinas de palacios y mezquitas con notable decoración (declarada en 2007 e incluida en la lista de bienes en peligro), y Qal´a des Beni Hammad (Argelia), ciudad fortificada, primera capital de la dinastía hammadí, fundada en 1007 y destruida en 1052, siendo su mezquita una de las mayores del país (declarada en 1980).
Junto con las ponencias, el programa de visitas a Córdoba y a la propia Medina Azahara y su territorio será una de las claves del congreso para dar a conocer a especialistas y asistentes los valores de la ciudad califal.
De este modo, serán objeto de visitas guiadas por los mejores especialistas en la materia su parte excavada, que se corresponde con el sector central del alcázar o palacio; las canteras de donde se extrajo la piedra para su construcción, el acueducto que la abasteció de agua, los caminos y puentes que permitieron su conexión con Córdoba y al-Andalus y grandes fincas de recreo y explotación agropecuaria, que surgen a su alrededor.
El congreso se cerrará con una mesa redonda de alto nivel institucional, en la que estarán presentes la propia Consejería de Cultura, el Ministerio de Cultura, la Unesco, a través del Centro de Patrimonio Mundial, y Casa Árabe.
CAPITAL DEL CALIFATO
Fundada en el año 936 por el primer califa omeya de al-Andalus, Abd al-Rahman III, Medina Azahara aporta un testimonio excepcional de la desaparecida civilización islámica andalusí y constituye un ejemplo único de su época más floreciente, el Califato (929-1031).
La ciudad de Medina Azahara fue sede y símbolo de un estado que rigió los destinos de la mayor parte de la Península Ibérica durante casi 100 años y que hizo de Córdoba y de su nueva ciudad la gran metrópolis del Occidente europeo.
Para su emplazamiento, el califa Abd al-Rahman III eligió un lugar al Oeste de Córdoba, a caballo entre la sierra y las ricas tierras de la vega del Guadalquivir. La ciudad, un rectángulo de 1.500 por 750 metros, trepa por la ladera de la montaña, donde se instala escalonadamente el alcázar, residencia del soberano y sede de los órganos de gobierno, por encima de la medina, expandida por la llanura, donde viven los gobernados.
Toda una serie de infraestructuras de abastecimiento de agua y de materiales de construcción, así como de caminos y asentamientos, permitieron la vida autónoma de Medina Azahara. Gran parte de ellas persisten en la actualidad y cualifican un territorio histórico que forma parte consustancial de la propia ciudad.
Tras su abandono y destrucción a comienzos del siglo XI, Medina Azahara fue olvidada y expoliada, pero quedó en la memoria de las gentes y de los poetas como símbolo de la edad de oro del Califato cordobés.
En 1911 comenzaron las primeras excavaciones, dando inicio a un proceso de recuperación (excavación y restauración) ininterrumpido hasta la actualidad. De su enorme extensión solo se ha excavado un 10%, correspondiente al sector central del alcázar, que domina la ciudad desde las cotas más altas. Su urbanismo, su arquitectura y sus materiales artísticos, unidos al excepcional paisaje de su ubicación, hacen de Medina Azahara la expresión más acabada de la herencia cultural del Califato cordobés.
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