Líderes cristianos al FMI: Cancelar deuda de países subdesarrollados

Líderes cristianos al FMI: Cancelar deuda de países subdesarrollados

Unos 140 referentes religiosos envían una carta al organismo de crédito internacional y al Banco Mundial advirtiendo que, sin la condonación, será imposible recuperar las economías destruidas por la crisis y reorientar fondos a la asistencia social.

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"Escribimos con un espíritu de solidaridad y esperanza - dice la carta -. Cada uno de nosotros es testigo del impacto que la pandemia del coronavirus ha tenido en los miembros más vulnerables de nuestras comunidades debido a las enfermedades, la muerte, el hambre y la pérdida de medios de vida". "De tales comunidades que sufren - añaden - compartimos esperanzas y temores para el futuro".

Recordando, pues, que el propio FMI y el Banco Mundial han puesto de relieve los graves riesgos de la emergencia sanitaria -incluidos los vertiginosos aumentos de la pobreza y la caída de los precios de las materias primas- los peticionarios denuncian "una injusticia": "El dinero que se necesita tan desesperadamente para medicamentos, equipo de protección personal, suministros alimentarios de emergencia y redes de seguridad social sigue desviándose hacia el reembolso de la deuda". Por lo tanto, el llamamiento es a "mostrar un liderazgo valiente en este momento crítico" y a "cancelar las deudas de los países en desarrollo mientras dure esta crisis".

La cancelación de la deuda, de hecho - continúa la carta - es "la forma más inmediata de liberar los fondos necesarios para evitar que millones de nuestros hermanos y hermanas se vean empujados innecesariamente a la pobreza a causa de la pandemia".

En la carta se recuerda también el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación del 1º de septiembre, en el que el Pontífice exhorta "a cancelar la deuda de los países más frágiles ante los graves impactos de la crisis sanitaria, social y económica que afrontan tras el Covid-19".

Los dirigentes cristianos también expresan su reconocimiento por algunas medidas ya adoptadas, como "la decisión del FMI de cubrir los pagos de la deuda que vencen durante un período de seis meses para 28 países, así como la disponibilidad de nuevos fondos de emergencia del mismo Fondo y del Banco Mundial por un valor de 88.000 millones de dólares". Sin embargo, se trata de "iniciativas insuficientes" que "no responden a la urgencia y la escala de la crisis".

Sin la cancelación de la deuda, sigue existiendo un alto riesgo de que "las naciones en desarrollo no dispongan de dinero para detener la propagación del virus, curar a los afectados y mitigar y recuperarse de la destrucción económica y social amenazada por el virus". De ahí la exhortación al FMI y al Banco Mundial a que utilicen sus reservas de divisas "para aliviar la carga de la deuda de las naciones necesitadas", ya que tanto el Fondo como el Banco Mundial tienen "un papel clave que desempeñar para hacer frente a esta crisis a fin de dar prioridad a las necesidades de las personas más vulnerables, aprender del pasado y tratar de curar y reconstruir nuestro mundo".

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