Juan concluye en su libro que lo único que sirve es seguir al Jesús revelado. El resto, es especulación y tontería.
El capítulo 21 del Evangelio de Juan concluye con una poderosa lección de humildad, enfoque y la advertencia de no caer en la especulación. Los versículos finales (22-25) no solo cierran el relato, sino que también actúan como una guía pastoral crucial para la iglesia de todos los tiempos.
1. La pregunta malinterpretada y el peligro del rumor
Juan 21.22-25 (adaptación de MSG):
Jesús respondió a Pedro: «Si quiero que este (Juan) quede con vida hasta que yo vuelva, ¿a ustedes qué les importa? Síganme». Por eso corrió el rumor entre los hermanos de que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no dijo eso. Solo dijo: «Si quiero que se quede con vida hasta que yo vuelva, ¿a ustedes qué les importa?».
Este es el mismo discípulo que fue testigo ocular de todas estas cosas y las escribió, y todos sabemos que su relato es confiable y exacto.
Hay muchas otras cosas que hizo Jesús. Si se escribieran todas, una por una, no puedo imaginar un mundo lo suficientemente grande como para contener semejante biblioteca.
Una de las advertencias fundamentales de Juan es contra los especuladores escatológicos. Desde el primer siglo y a lo largo de la historia de la cristiandad, han surgido individuos buscando fechas y "señales" sobre la venida del Señor.
El rumor sobre la inmortalidad de Juan nació de la especulación y la falta de comprensión (falta de discernimiento) de una pregunta de Jesús. En lugar de estar centrados en Jesús, algunos creyentes se enfocaron en Juan. El discípulo amado, al escribir esto ya en su vejez, advierte a las iglesias a no poner sus ojos en él (el discípulo amado).
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2. Casos históricos de especulación engañosa
A lo largo de la historia, muchos han desoído la clara instrucción de Jesús en Mateo 24.36, donde indica que nadie sabrá la fecha de su venida. Juan refuerza la idea de no hacer caso a rumores.
Melchior Hoffman (Siglo XVI): Este personaje, alejado de las enseñanzas anabautistas, anunció que el fin estaba cerca, que Estrasburgo sería la Nueva Jerusalén, y abandonó el pacifismo, instando a la lucha.Guillermo Miller (Siglo XIX): Estudiando el libro de Daniel, este granjero Bautista, Miller realizó operaciones "matemáticas" para fijar la fecha de la venida de Jesucristo entre 1842 y 1844.Elena de White: A ella la llaman “La sierva del Señor”, “El espíritu de profecía” y a sus libros “los testimonios”. Escribió miles de páginas con supuestas explicaciones y supuesta “revelación para el tiempo final”, intentando dar explicación a cualquier pregunta sobre la Biblia, y añadiendo “testimonios”. Una de sus creencias que se han convertido en rumor, es que ella y todos sus seguidores, (los adoradores del sábado) resucitarán un tiempo antes de la venida de Cristo para ver en vivo y en directo la vuelta del Señor (resurrección especial).
Los seguidores de Hoffman y Miller sufrieron un gran chasco, con personas que vendieron todo, quedaron sin trabajo, y algunos cayeron en una profunda confusión, desesperanza, e incluso se quitaron la vida. El acomodo posterior de algunos grupos con nuevas fechas y profecías no hace más que confirmar la persistencia de este tipo de "profetas" y el peligro de su influencia.
3. El testimonio auténtico de Juan: foco en la revelación suficiente
En estos textos finales, Juan muestra un espíritu pastoral, buscando erradicar los rumores, la especulación y el espíritu sectario de quienes pretenden "saber todo" o "saber más que los demás".
Juan afirma que el Evangelio analizado a lo largo de la serie es verdadero. Al mismo tiempo, reconoce la inmensidad de la vida de Jesús: si se escribiera cada cosa que hizo, "no cabrían todos los libros del mundo" para contener tal biblioteca.
Aunque sería fascinante conocer detalles cotidianos de Jesús (sus años en Egipto, los muebles que fabricó, su comida favorita, etc.), el Espíritu Santo eligió preservar lo que necesitamos saber para la fe y la vida.
Nuestra advertencia es clara:
No conoceremos todo acerca de Jesús en este mundo. Nuestro conocimiento es limitado, como "un grano de arena".No necesitamos nada más de lo que está revelado en la Escritura.Hay que tener mucho cuidado con cualquiera que pretenda saber más o tener "la verdadera explicación" fuera de la Biblia, pues tal pretensión a menudo se cataloga más en la categoría de "novela" o "ciencia ficción".Un verdadero avivamiento se dará únicamente levantando y exaltando al Jesús de los evangelios.
4. La humildad del conocimiento y la importancia de seguir a Cristo
El estudio profundo de este evangelio nos ofrece un baño de humildad. La verdad a la que Jesús guía a sus discípulos no está basada en el intelectualismo, el saber toda la Biblia de memoria, ni la teología de escritorio.
Como afirmó Hans Denck, uno de los líderes anabaptistas: «Nadie puede conocer a Cristo a menos que lo siga en la vida»
El evangelista Juan, al cerrar su libro, nos indica que lo único que sirve es seguir al Jesús revelado. El resto, es especulación y tontería. El conocimiento verdadero no es saber todo sobre Jesús, sino seguir a Aquel que ha sido revelado.
Resumen y conclusión
El final del Evangelio de Juan (21.22-25) es una conclusión con doble filo: es una afirmación de la verdad y una advertencia contra la especulación.
Juan certifica que su testimonio es confiable y exacto, pero inmediatamente recuerda al lector que la inmensidad de Jesús no puede ser contenida en ningún libro; por lo tanto, la revelación es suficiente. La lección central es un llamado a la humildad y el enfoque.
La cristiandad no debe perder tiempo en rumores, malinterpretaciones o especulaciones escatológicas con fecha fija, cuyos resultados históricos han sido el desengaño y la tragedia. El camino para conocer a Cristo no es el intelectualismo ni la obsesión por lo no revelado, sino la obediencia activa: "Síganme". La única verdad que sirve es el Jesús revelado en la Escritura.
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Hemos concluido el análisis comunicacional del evangelio de Juan, con la ayuda del siguiente material
Stan Slade (2006) Comentario Bíblico Iberoamericano. Ediciones Kairós.
Seguiremos con el análisis de algunos Salmos, y el 7 de febrero comenzaremos con el análisis del libro de Gálatas.
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