¡JAG JANUCA SAMEAJ! Deseamos a todos desde el CCIU. El próximo domingo 18 de diciembre a la noche, con el encendido de la primera vela, comienza Janucá, una de las festividades tradicionales del calendario judío. Precisamente de acuerdo al calendario judío, la fecha de comienzo es el 25 del mes de Kislev. Dura ocho días.
Por Lic. Rafael Winter (Rufo), para CCIU
Este año, casi al finalizar Januca, comenzarán la Nochebuena y la Navidad.
Se combinan en Januca aspectos históricos, nacionales, religiosos y espirituales.
En el plano histórico-nacional, los acontecimientos que dan lugar a la festividad tienen lugar en Eretz Israel (la tierra de Israel) en aquel tiempo bajo dominio y ocupación griega. Siglo II aec.
La cultura griega influyó sobre parte de la comunidad judía de aquel entonces y se produjo como una especie de “guerra de culturas”, entre aquellos judíos que estaban muy cercanos a la asimilación bajo la influencia griega y aquellos otros que querían permanecer como judíos a toda costa, manteniendo firmes sus raíces, tradiciones y costumbres.
Prevalecieron finalmente estos últimos. Y estos últimos fueron quienes finalmente se enfrentaron al dominio griego.
El momento culminante llega alrededor del año 175 aec. Previamente un rey (greco-sirio) llamado Antíoco había tomado medidas draconianas contra los judíos del país, con el objetivo de hacer desaparecer o minimizar la influencia del judaísmo.
Es decir: a la ya perdida independencia política se sumaba la pérdida de la libertad religiosa. Esa será la gota que desborda el vaso.
Finalmente, una familia judía, la de los Hasmoneos o Macabeos -un padre anciano, Matitiahu y sus cinco hijos, entre los cuales el más célebre Yehuda el macabeo- asumirán el liderazgo en la rebelión contra los griegos con el objetivo de conseguir la independencia política y la libertad religiosa. Como tantas otras veces en la historia, en inferioridad numérica, en inferioridad de condiciones.
Pero se producirá el “milagro”.
Los Macabeos resultarán victoriosos, lo que conseguirán tras duras batallas y se obtendrá por lo menos por un tiempo la independencia política, hasta que lleguen los romanos. Será efímero. Independencia que, llegado el momento, se perderá no solo por el poderío romano sino por disensiones internas. Lección no aprendida de la historia.
(algunas de las fuentes de los relatos de Janucá se encuentran en el historiador Flavio Josefo y en los libros de los Macabeos, que no forman parte del canon bíblico judío tradicional)
Al aspecto histórico se el agrega el aspecto espiritual.
De acuerdo a los relatos, en aquellos años de dominio griego el Templo de Jerusalem había sido, no destruido, pero sí profanado.
Pero el Templo será finalmente purificado, reinaugurado -de ahí el nombre “Januca” que significa “reinauguración”- y el conocido “milagro del frasco de aceite” que suma al aspecto espiritual: el frasco de aceite cuyo contenido debería haber alcanzado para encender el candelabro un solo día pero “milagrosamente” alcanzó para ocho días y por eso Januca dura ocho días y por tal motivo también el candelabro de ocho brazos (más un “agregado”, el Shamash,”servidor” que sirve para encender las demás) llamado Janukiá es el símbolo tradicional de la festividad.
Y por eso se encienden las velas de Januca durante ocho días, mas bien ocho noches, lo que se hace de manera progresiva: comenzando la primera noche con una vela y finalizando la última con el encendido de las ocho velas, al tiempo que se intercalan bendiciones y canciones alusivas.
Janucá es, por lo tanto, una combinación de lo histórico -la heroica epopeya de los Macabeos- con lo espiritual.
Es en el aspecto espiritual en el que nuestros sabios y específicamente el bíblico Profeta Zacarias siempre hacen hincapié:
“No por los ejércitos, no por la fuerza sino por el espíritu, dice el Eterno tu D´os”, así enfatiza el Profeta.
De todos modos, si no hubiese sido por la gesta heroica de los Macabeos…
Finalmente me vienen a la memoria imágenes vistas recientemente, del encendido de la Janukia en ghettos durante la Shoah.
El deseo de querer cuidar la tradición a rajatabla… Contra viento y marea… En las peores condiciones posibles…
Una luz en la oscuridad.
Jag Januca Sameaj!!
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