El martes 30 de Junio, junto a los sacerdotes que trabajan en nuestros barrios populares compartimos públicamente situaciones que nos provocan inquietud en esta pandemia.
Ciertamente se está trabajando, pero la precariedad y vulnerabilidad de esta parte de nuestro pueblo hace que los problemas que acarrea la presencia del Covid-19 adquieran una fuerza mucho mayor y nos sorprenda cada día como un enemigo invisible.
Agradecemos y valoramos que, ante esta presentación, la respuesta de las autoridades no se hizo esperar.
El día miércoles 1 de Julio, en reunión con el Sr. Intendente de La Matanza, Fernando Espinosa, se analizaron cada uno de los puntos presentados en orden a buscar las soluciones necesarias que escapan, en la gran mayoría de los casos por la realidad particular de nuestros barrios, a los “protocolos habituales” que buscan frenar el avance el virus.
Dada la complejidad habitacional, de recursos, comunicación y movilidad que se vive en nuestras barriadas más vulnerables acordamos:
• la presencia de un referente del municipio en cada uno de los barrios que sirva de nexo y pueda recibir directamente las problemáticas que se van presentando en el día a día a efectos de brindar una rápida respuesta; sobre todo en lo que se refiere al traslado, aislamiento y seguimiento de los casos realizando una evaluación constante.
• nombrar un responsable del plan Detectar para nuestros barrios que permita una articulación más ágil y eficaz que responda a las características de cada sector habitacional.
En este momento todos nos encontramos en la escuela de las dificultades aprendiendo día a día a resolverlas.
Como dice nuestro papa Francisco “en esta barca estamos todos y nadie se salva solo”.
Creemos firmemente en que la comunidad organizada con los vecinos y vecinas, las Iglesias, las organizaciones sociales y el Estado en todos sus niveles podemos encontrar soluciones integrales y viables a esta crisis.
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