Las autoridades de la escuela Wolfsohn presentaron el proyecto de la secundaria que abrirán a partir del próximo año escolar y que seguirá los lineamientos del Bachillerato Internacional. Con una propuesta de “una educación para un mundo mejor”, desarrollarán las habilidades del alumno y sus conocimiento para que, mediante el estudio, se logre un mundo más justo.
El programa tiene como metas que el alumno, además de aprender, por ejemplo, Matemática e Historia, participe en programas solidarios.
Durante el acto de presentación, el director general de Jabad Lubavitch Argentina, el rabino Tzví Grunblatt, agradeció al grupo de padres que voluntariamente está trabajando en el proyecto como también a los cuerpos docentes del jardín de infantes y de la escuela primaria. “Si no fuera por ellos, no estaríamos hoy en este momento”, expresó.
“La gran emoción va a ser, si D’s quiere, en marzo cuando abramos la escuela. Pero como enseñaron nuestros sabios, y también los escuché del Rebe, ‘cuando un soldado sale a la guerra, sale con una marcha de triunfo’ y en castellano decimos ‘no cantes victoria antes de gloria’ y en hebreo hay un pasuk (versículo) que dice lo mismo. El Rebe explicó que ‘la manera de lograr la victoria es esa, salir con la marcha de victoria’ y la presencia de ustedes esta noche nos da el impulso, la fuerza para Exrat Hachem (con la ayuda de D’s) sea un éxito está escuela”, manifestó el rabino.
Unas 200 personas participaron en el evento, donde se leyó la carta de felicitación de la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit. Además, el vicepresidente 2do de la AMIA, Pablo Reisman, acompañó y celebró en nombre de la institución la creación de una nueva escuela.
Por su parte, Fabián Bukschtein, papá de Manu y Noa, contó sus vivencias en Wolfsohn y cómo fue creciendo en los últimos años, y Silvina Gvirtz, asesora pedagógica de Wolfsohn, contó su relación con la escuela desde que Jabad se hizo cargo de la institución en 2004.
“La aspiración en el siglo pasado era ‘mi hijo el doctor o abogado’, y hoy diríamos ingeniero en computación. Esto era la aspiración de cualquier madre y padre judío. Porque la otra parte de lo que esperaban de su hijo lo daban por sentado: que va a ser un mench, una persona, que va a ser un iehudí (judío) que los enorgullezcan, lo daban por sentado. Hoy por supuesto que esa aspiración no cambió, pero además de eso la aspiración de cada padre y madre judío es poder llevar a sus hijos a la jupa (palio nupcial). Quiere que su hijo sea un doctor, pero quiere también tener esa alegría, satisfacción única de acompañar a sus hijos a la jupa, porque eso hoy ya no se da por garantizado. Los padres pueden tener pensamientos de vida e ideales, pero no tiene nada que ver con lo que va a tener como resultado en sus hijos si los padres no actúan. La adolescencia es la edad crítica, es el momento en el cual el chico empieza a formar su propio pensamiento, donde busca su independencia. Son los padres los que nos impulsan a hacer este paso”, reflexionó Grunblatt.
Asimismo, en el evento, la futura directora general y líder del proyecto, Ariela Judkovsky, presentó el Nuevo Secundario Wolfsohn con un power point: jornada completa, hebreo y estudios judaicos, trayectoria bilingüe, exámenes de Cambridge, aulas digitales, proyecto deportivo, orientación en Ciencias sociales y Humanidades y en Economía y Gestión de las organizaciones, programa de diploma del Bachillerato Internacional, viajes de estudio e intercambio internacional al Interior, Israel, Nueva York y Marcha por la Vida.
También, Natalia Tieso, representante del Bachillerato Internacional, contó de qué se trata el programa y Grunblatt, junto a la futura directora general, respondieron preguntas de los asistentes.
Luego del acto, Grunblatt dialogó con la Agencia Judía de Noticias (AJN) sobre el significado en de este espacio del Wolfsohn: “Es una nueva propuesta para la comunidad judía de Buenos Aires, un proyecto educativo de colegio secundario que conjuga la calidad educativa con el Bachillerato Internacional, exámenes de Cambridge, pero conjuntamente con los valores como vienen de la Torá, es decir formar a una persona íntegra, no solamente en sus habilidades y sus capacidades en lo que tiene que ver con el mundo exterior, sino una persona íntegra con lo que tiene que ver con su mundo interior”.
Para Grunblatt, esta inauguración se dio por “diferentes factores”. “Unos diez años de la nueva etapa de Wolfsohn nos dieron a nosotros el expertis y la confianza de llevar adelante este proyecto que es tan importante, y también porque cada vez notamos el nicho de esos padres que quieren que el chico esté insertado en el mundo moderno, con todo lo que hay de tecnología, conocimiento, pero que también quieren que su hijo sea yheudí, y que sea un mench.”
Está abierta la inscripción para el curso lectivo 2016. La escuela va a funcionar en Federico Lacroze y Villanueva, un edificio dedicado específicamente a la parte secundaria, con Bachillerato Internacional y estudios judaicos en serio.
Comentá la nota