El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que "es completamente inaceptable que en el siglo XXI las personas enfrenten discriminación e intimidación por sus convicciones". "La persecución de las minorías religiosas es absolutamente intolerable, los Estados tienen la obligación de implementar políticas que garanticen el respeto de sus identidades", añadió durante su intervención en el evento organizado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al margen de la Asamblea General en el Palacio de Cristal.

Guterres agradeció al presidente estadounidense, Donald Trump, por "centrar la atención en la libertad religiosa, un problema global urgente y muy cercano a mi corazón". "Me rompe el corazón ver a un número creciente de individuos humillados públicamente, hostigados y atacados simplemente por su religión o creencia", agregó, y lamentó que "en todo el mundo, comunidades enteras han sido tomadas en la mira a causa de su fe".

"Debemos rechazar a quienes invocan maliciosa la religión para alimentar las divisiones, difundir el miedo y el odio. Tenemos la responsabilidad colectiva de eliminar el antisemitismo, el odio contra los musulmanes, la persecución de los cristianos y otros grupos religiosos y todas las formas de racismo, xenofobia, discriminación e incitación a la violencia", concluyó Guterres.