Gran Congreso Masónico en el Senado mexicano

Gran Congreso Masónico en el Senado mexicano

No se ha dado explicación, ni justificado lo ocurrido. Un escándalo más de los legisladores de Morena.

Del 24 al 27 de septiembre pasados en ambas sedes del Senado de la República de México se llevó a cabo el XLIII Congreso Nacional Masónico de Grado Filosófico del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Estuvo organizado por el senador Francisco Chíguil Figueroa, y asistieron senadores (incluyendo a la presidente de la Mesa Directiva del Senado, Laura Itzel Castillo), diputados y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara, Brugada. Todos miembros de Morena.

Y se realizó esto pese a que la ley orgánica del Senado establece claramente que está prohibido realizar actividades que tengan fines de lucro en instalaciones del Senado o de Diputados, pues su uso está pagado con recursos públicos.

Y sin duda el evento supuso un lucro económico para los organizadores. Reunió a más de 700 personas, tuvo un costo de acceso (los asistentes debieron cubrir una cuota de inscripción mínima de 3.450 pesos). Y además se vendieron los grados de la logia. Todo ello se hizo de manera abierta y pública, lo que constituye un delito federal para el Senador organizador del evento, Francisco Chíguil Figueroa; quien, por cierto, tiene grado de “Ilustre y Poderoso Gran Inspector General de la Orden” (grado 33, el máximo grado masónico).

Por lo tanto este Congreso Masónico implica un conflicto de intereses y una malversación de fondos públicos.

Ya entrando en otro aspecto de lo ocurrido, las prácticas masónicas son secretas y están rodeadas de un halo de espiritualidad relacionada a prácticas satanistas y sus orígenes se remontan al siglo XVIII, aunque algunos lo fechan con una mayor antigüedad.

 

Todo este misterio que rodea a la masonería hace que este acto esté cubierto por la opacidad, porque no se ha dado una explicación, ni se ha justificado la realización del Congreso.

Se suma lo ocurrido a la serie de escándalos que rodean la actividad de los legisladores de Morena.

Como por ejemplo fue la celebración del cumpleaños del líder de la Luz del Mundo en el Palacio de Bellas Artes; o el acto chamánico en el que se sacrificó una gallina en la terraza del segundo piso del Senado. Sin olvidar que hace pocos días -en septiembre- se realizó la consagración a Quetzalcóatl de este periodo de sesiones.

Por todo ello denunciamos el abuso de recintos parlamentarios que atentan contra el Estado laico y el uso republicano de recintos públicos. Los conflictos de intereses y la malversación de fondos federales para usos personales y de grupo son también un acto de corrupción.

Estamos en lo más oscuro de la noche.

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