Gestos de amistad entre cristianos y musulmanes por fiesta islámica

Gestos de amistad entre cristianos y musulmanes por fiesta islámica

Cristianos coptos ayudaron a coordinar las celebraciones de Eid al Adha, compartieron dulces y organizaron juegos para chicos. Aseguran que son "parte del mismo tejido social". Los musulmanes compartieron con sus hermanos cristianos la comida festiva.

Este año, con motivo del Eid al Adha, la fiesta islámica del sacrificio que se celebró el 21 de julio, también se han renovado los gestos y las iniciativas de solidaridad fraterna entre cristianos y musulmanes en Egipto. Estas escenas no son inusuales en el gran país, donde la convivencia entre cristianos y musulmanes está salpicada por recurrentes episodios locales de conflicto sectario, y donde las comunidades cristianas coptas han sufrido feroces ataques por parte de grupos organizados de tendencia yihadista.

En varias provincias egipcias, altos representantes de la jerarquía eclesiástica han realizado gestos formales de homenaje a las autoridades políticas y militares locales.

Entre otros, Anba Kyrillos William, metropolitano copto católico de Assiut, acudió con una delegación de su archidiócesis a rendir homenaje al jefe de estado mayor Moheb Habashi, comandante de la Región Militar Sur. Anba Timotheos, obispo copto ortodoxo de Zaqaziq, también visitó, junto con algunos representantes de la diócesis, al Dr. Mamdouh Ghorab, gobernador de la gobernación de Sharqia, y al general Ibrahim Abdel Ghaffar, jefe de las fuerzas armadas de las provincias orientales del país.

Entre las iniciativas más llamativas están los gestos de cercanía fraternal realizados espontáneamente por miembros de las comunidades cristianas locales. Un grupo de jóvenes coptos de la gobernación de Beni Suef - informa la agencia de noticias Copts Today -, se situó a las puertas de las mezquitas para facilitar la entrada y la salida de los musulmanes de la oración festiva, comprobando que se respetaban las medidas de seguridad impuestas por la pandemia y distribuyendo máscaras de protección sanitaria a quienes no las tenían.

En particular, en Beni Suef, hombres cristianos y jóvenes exploradores se apostaron frente a la mezquita de Omar Bin Abdulaziz desde las cuatro y media de la mañana, una hora antes del comienzo de la oración del Eid al Adha, para coordinar la entrada de los compañeros musulmanes en su lugar de culto en cumplimiento de las disposiciones anti-pandémicas.

“Nosotros y nuestros hermanos y hermanas musulmanes pertenecemos a un mismo tejido social, nunca olvidaremos cuando vinieron a proteger nuestras iglesias en tiempos difíciles, y estamos contentos de poder ofrecerles ayuda y asistencia en ocasión de Eid al Adha”, dice Youssef William Nassim, secretario general del servicio de Scouts de la diócesis copta ortodoxa de Beni Suef.

En la misma ciudad, con motivo de la festividad islámica, los jóvenes coptos también organizaron iniciativas de entretenimiento para los niños y niñas musulmanes, distribuyendo dulces, chocolates y globos y organizando reuniones sociales con animadores disfrazados de personajes de dibujos animados.

Por su parte, el jeque Ahmed Karima, conocido teólogo y profesor de la Universidad suní de Al-Azhar, invitó a los musulmanes a compartir con sus vecinos cristianos la carne y los alimentos preparados para la Fiesta del Sacrificio, al tiempo que les invitó a tratar con respeto a los animales víctimas del sacrificio ritual, evitando infligirles sufrimientos innecesarios y absteniéndose de los comportamientos repugnantes e incluso peligrosos desde el punto de vista sanitario que, desgraciadamente, siguen caracterizando la celebración del Eid al Adha en algunas zonas.

La fiesta del Eid al Adha conmemora la prueba de obediencia de Abraham a Dios, cuando el padre de todos los creyentes, venerado por judíos, cristianos y musulmanes, estuvo dispuesto a sacrificar la vida de su hijo Isaac siguiendo la voluntad de Dios. Durante la fiesta, los clanes familiares islámicos sacrifican un animal para conmemorar el sacrificio sustitutivo de un carnero realizado por el propio Abraham, después de que el Ángel le detuviera la mano antes de sacrificar a Isaac. 

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