Francisco habló de Entre Ríos

Francisco habló de Entre Ríos

Al igual que en 2013 y en coincidencia con los dos años de papado, recordó ayer la llegada de sus abuelos a la provincia, como testimonio de atravesar fronteras y rehacer la vida familiar.

De diferentes maneras se recordó ayer en el mundo los dos años de pontificado de Francisco. Desde aquel 13 de marzo de 2013 hasta hoy, el argentino Jorge Mario Bergoglio ha demostrado gran jerarquía y humildad para llevar adelante una Iglesia complicada en cada lugar según su situación política, económica y social. Siempre con un claro mensaje de diálogo, oración y comprensión, el Papa lucha contra la pobreza, trata de personas, narcotráfico, guerras, maltrato infantil, marginalidad. Su palabra se escucha, se siente, se sigue.

La red oficial del vaticano publicó una entrevista que la corresponsal de México le realizó a Francisco, en el marco de sus dos años como Papa.

Y no extrañó que dentro de su extenso diálogo, Bergoglio volviera a nombrar a Entre Ríos. Como ya lo hiciera el 25 de diciembre de 2013, en el día que recordó su bautismo y difundió una carta escrita por él en 1990, que refiere a sus memorias salesianas y el paso de su familia por la capital entrerriana. Ayer, el sitio News Va (Noticias del Vaticano) destacó los primeros dos años de la “Era Francisco” en una extensa entrevista que el pontífice concedió a la periodista y escritora mexicana Valentina Alazraki, corresponsal de Televisa.

Allí habló de México, de su deseo de estar una semana “prometo un viaje a México como se lo merece y no a la apurada y de paso”, dijo.

Francisco también se explayó sobre el narcotráfico: “Los Estados Unidos me decían –no quiero tirar estadísticas que después me creen un problema diplomático– pero, me decían, y lo vi en una revista, creo que están entre los primeros consumidores de droga en el mundo y la frontera por la que entra la droga, la principal, es la mexicana. Entonces ahí también se sufre ¿no? Morelia, toda esa zona, es una zona de mucho sufrimiento donde también las organizaciones de traficantes de droga no se van con chiquitas ¿no?, es decir, saben hacer sus trabajos de muerte, ¿no?, son mensajeros de muerte, sea por la droga, o sea por “limpiar”, entre comillas, a aquellos que se oponen a la droga, los 43 estudiantes, de alguna manera están pidiendo que, no digo venganza, justicia, y que se los recuerde.

Y por eso salgo al encuentro quizás de una curiosidad: quise hacer cardenal al arzobispo de Morelia, porque está en la sartén. O sea un hombre que está en una zona muy caliente, y es un testimonio de hombre cristiano, de un gran sacerdote”.

—Usted como Papa latinoamericano, el primer Papa latinoamericano, ¿siente de alguna manera dentro de sí como una responsabilidad más, de ser la voz de todos estos millones de personas que se ven en esta situación de tener que salir de sus países, atravesar fronteras, muros, sea en América, en Asia, en Europa, donde sea?

—Sí. Ser la voz pero no de una manera programática. Me sale solo. Me sale por la misma vivencia nuestra latinoamericana ¿no?, y también por mi sangre migrante ¿no? O sea, mi papá, con mis abuelos, fueron a Argentina. Tenían un buen pasar acá, pero por razones políticas, la abuela estaba muy metida en la naciente Acción Católica y aunque nunca le hicieron tomar el aceite de ricino, pero ese era… entonces decidieron irse a buscar nuevos rumbos. Además tenían, los hermanos de mi abuelo, ya tenían una buena empresa en Entre Ríos, allá, pero ellos llegaron en el 29 y en el 32 la crisis los dejó en la calle. Sin nada. Y un cura les prestó 2.000 pesos, con lo cual compraron un almacén y mi papá, que era contador, hacía el reparto con la canasta. Esa gente que se ganó la vida, se rehizo la vida. Y volvieron a luchar por llevar adelante la familia. Eso a mí me dice mucho. Yo lo mamé en casa a eso.

—De ahí le viene toda esta sensibilidad que tiene…

—Pienso que sí. Y sí. Además, en Argentina yo he visto situaciones difíciles. De pobreza y de marginalidad, incluso de drogadicción, que son las que me mueven estas cosas ¿no? Pero me salen naturales. No me salen ideológicamente. Por eso a veces soy un poco desprejuiciado y se me va la lengua, pero no importa…

Su tiempo

“Tengo la sensación de que mi Pontificado va a ser breve. Cuatro o cinco años. Es una sensación un poco vaga. Capaz que no; tengo la sensación de que el Señor me pone para una cosa breve, nomás y... Es una sensación”, reflexionó.

De puño y letra

Vale recordar que de puño y letra el Papa escribió una carta fechada el 20 de octubre de 1990: “Un hermano de mi abuelo ya estaba radicado en Paraná y le iba bien con la empresa. Vinieron a sumarse a esa empresa pavimentadora, empresa de familia en la que trabajaban cuatro de los cinco varones Bergoglio.

Papá era único hijo y pasó a trabajar de contador en la empresa, y se movía en la ciudad de Paraná, Santa Fe y Buenos Aires (...) “Vino la recesión económica. El presidente de la empresa en Paraná, hermano de mi abuelo (se llamaba Juan -igual que mi abuelo- pero el segundo nombre era Lorenzo) enferma de leucemia y linfosarcoma. Lo atiende el Dr. Ivanisevich (quien fuera luego ministro de Educación) y muere. Ambas cosas -la recesión y la muerte de Juan Lorenzo- fundieron la empresa. Tuvieron que vender todo, hasta la bóveda del cementerio (todavía se conserva en Paraná el Palacio Bergoglio de cuatro pisos donde vivían los hermanos) y mis abuelos y papá quedaron en la calle”.

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