Este Shabat bendecimos el mes de Iyar
1. La Torá posee otros dos nombres para este mes En la Torá, los meses hebreos no tienen nombres. Nisán se llama “el primer mes”, Iyar, “el segundo mes”, y así sucesivamente.
En los profetas, Iyar se llama “el Mes del Resplandor” (Jodesh Ziv), porque es cuando los árboles están resplandecientes de flores. Los nombres que conocemos hoy, fueron adoptados durante el primer exilio babilónico.
2. Iyar significa luz Iyar está relacionado con la palabra “ohr”, luz. El Midrash explica que recibió su nombre del man que comenzó a caer durante Iyar, un mes después de que los judíos salieran de Egipto. El man fue dado con un resplandor Divino.
3. Hay una mitzvá especial para cada día de Iyar Durante siete semanas, desde el segundo día de Pesaj hasta Shavuot, el pueblo judío cuenta el Omer, marcando el paso de 49 días entre estas dos festividades. Cada día, recitamos la bendición, ya que el conteo de cada día es su propia mitzvá Sefirat HaOmer (Cuenta del Omer) se extiende desde el 16 de Nisán a través de la totalidad de Iyar hasta Shavuot (6 de Siván). Por lo tanto, Iyar es el único mes en el que se cuenta el Omer por todos sus 29 días.
4. Iyar es un mes de curación Los maestros jasídicos ven esto en el acrónimo del mes: Alef de Ani, Iud del nombre de Di‐s, Resh de Rofeja: “Yo soy el Eterno que te sana”.Nisán, el primer mes, tiene que ver con el nacimiento y la renovación.
Acabamos de “salir de Egipto” en un sentido espiritual y estamos listos para cumplir los mandamientos de Di‐s.
Iyar representa el regreso a la mundanidad: nuestro primer día de regreso al trabajo después de las vacaciones. En este punto, se vuelve difícil infundir nuestro aprendizaje de la Torá y el cumplimiento de las Mitzvot con la emoción de la novedad. Aquí es donde entra en juego la sanación. Di‐s dice: “Todas las enfermedades… No pondré sobre ti, porque Yo soy el Eterno que te sana”.
En otras palabras, Di‐s nos está dando medicina preventiva: la capacidad de combatir la apatía y experimentar nuestro servicio Divino con pasión y emoción. Pero aunque Di‐s brinda asistencia, debemos hacer el trabajo preliminar. Si hacemos el esfuerzo de ver el mundo a través de los ojos de un niño, con apertura y curiosidad, podemos dominar las fuerzas de la apatía.
5. El signo zodiacal de Iyar es Tauro (el toro) En el pensamiento místico judío, el toro simboliza al alma animal, que como el toro, es rebelde, pero puede ser productiva si se aprovecha.
El pensamiento jasídico entiende que las tendencias negativas de nuestra alma animal provienen de un koaj hamitave amorfo, una fuerza que desea. Sin un arnés, la “fuerza del deseo” se inclinará hacia la auto gratificación, pero con un yugo, el alma animal puede ser abundantemente productiva.
Nuestra misión en Iyar es domar al toro. Cada noche, después de haber contado el Omer, decimos una pequeña oración en la que le pedimos a Di‐s que rectifique una pequeña parte de nuestra alma animal. Y para cuando llegue Shavuot, estaremos más preparados para recibir la palabra de Di‐s.
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