El tan esperado encuentro entre el Papa y Kiril, ¿por qué en Cuba?

El tan esperado encuentro entre el Papa y Kiril, ¿por qué en Cuba?

Entre el país caribeño y la Iglesia Ortodoxa rusa existen muchos lazos de amistad

Por JAIME SEPTIÉN 

La histórica reunión que sostienen el día de hoy, en el Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana (Cuba) el Papa Francisco y Kiril, Patriarca de Moscú y de Todas las Rusias, rompe 962 años de desencuentro y prepara una era de acercamientos entre los ortodoxos rusos y los católicos romanos.

Quizá la declaración conjunta que firmen –con la segura presencia de Raúl Castro—sea solamente una carta de intención para trabajar en conjunto por la paz (el tema de Ucrania podría ser relevante). Pero lo esencial es el solo encuentro entre dos iglesias distanciadas desde el Gran Cisma del año 1054 de nuestra era.

Exigencia de Kiril: un territorio “neutro”

Carlos Alberto Libânio Christo, más conocido como Frei Betto, un fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación y autor de más de 50 libros de diversos géneros literarios y de temas religiosos, ha publicado un texto en el que analiza las claves del motivo por el cual para la Iglesia Ortodoxa, el encuentro se da, justamente, en Cuba.

Frei Betto, autor del libro “Fidel y la religión” argumenta que “Kiril exigió un territorio *neutro*. Descartó su propia nación y los países de tradición cristiana, católica o protestante.”

Cuba ya es no es católica: “apenas el 5 % de la población de casi 12 millones de habitantes se considera católica. Parecido a Bahía, donde lo que predomina es el sincretismo que mezcla la tradición cristiana con religiones de origen africano.”

Pero eso no es lo esencial. Frei Betto recuera que Kiril, en el 2008, cuando ocupaba el segundo cargo más importante en la jerarquía de la Iglesia Ortodoxa Rusa, fue recibido en Cuba por Fidel y Raúl Castro para la inauguración de la catedral ortodoxa, financiada por el gobierno cubano y erigida en un área noble de La Habana Vieja, barrio histórico de la capital cubana.”

Anteriormente, en el 2004, el patriarca Bartolomé I también fue recibido en Cuba, apunta el teólogo dominico, quien, sin embargo, omite en su texto las visitas a la isla que hicieran san Juan Pablo II, Benedicto XVI y el propio Francisco hace poco menos de cinco meses. Y nada dice del impulso ecuménico de estos tres papas.

Parecía un imposible

Más adelante –siempre desde el punto de vista de la Iglesia Ortodoxa Rusa—Frei Betto subraya “los largos años de estrecha relación entre Cuba y la Unión Soviética” que produjeron en la isla “una significativa comunidad ortodoxa de amplio espíritu ecuménico.”

Según su punto de vista, los ortodoxos estuvieron fuertemente ligados a Stalin, lo que produjo que tras la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia Ortodoxa fuera la única institución religiosa admitida en todas las repúblicas soviéticas, a fin de contener la expansión musulmana y de las demás Iglesias cristianas.

El teólogo y escritor brasileño rememora que él estuvo tres veces en la Unión Soviética, invitado por la Iglesia Ortodoxa Rusa. “Dialogué con obispos, teólogos y sacerdotes. Percibí cuán difícil iba a resultar la aproximación entre Roma y Moscú (…) Aparte de cuestiones doctrinales, Roma y Moscú difieren en cuanto a la política rusa en Ucrania, mientras que Kiril y Putin andan en sintonía”.

Finalmente, otro motivo para escoger a Cuba como sede del encuentro histórico entre Francisco y Kiril “es la coincidencia de las agendas de ambos líderes religiosos en visita a América Latina. Francisco continúa desde Cuba a México, donde estará seis días de visita. Y Kiril irá a Chile, Brasil y Paraguay”, termina diciendo Frei Betto, también autor de “Paraíso perdido. Viajes al mundo socialista”, entre otros libros.

Comentá la nota