En la solemnidad de la fiesta de Pentecostés, el padre obispo Gabriel presidio la eucaristía en la que realizo el envío misionero para la “Gran Misión Diocesana”, que es un fruto del Sínodo, donde Monseñor Gabriel nos animó a todos los bautizados a anunciar la alegría de la vida en Cristo.
El obispo realizó el “envío misionero”, diciendo que “todos somos llamados a participar de una u otra manera de la Misión Diocesana que empezamos a preparar para anunciar a cada hermano que somos hijos amados de Dios en todos los rincones de la diócesis”.
Mestre recordó que nuestro compromiso es el de los primeros cristianos: reunidos en la misma fe y en la celebración de la Eucaristía, “nos disponemos ahora a anunciar la Buena Noticia de Dios al mundo en nuestras propias lenguas y en la diversidad de la vida de cada uno de nosotros, cumpliendo así el pedido que el mismo Jesús nos hace”.
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