DOMINGO CRISTO REY. CICLO C 2022

DOMINGO CRISTO REY. CICLO C 2022

En el Domingo de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, el padre Obispo Gabriel nos ofrece tres puntos para reflexionar: 1. PRIMERA forma de entender el Reino: los jefes, los soldados y uno de los malhechores 2. SEGUNDA forma de entender el Reino: el buen ladrón 3. Reinar con y como Jesús en clave de SERVICIO

Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo Ciclo C – 20 de noviembre de 2022

Primera lectura: 2Sam 5,1-3 | Salmo: Sal 121,1-2.4-5 | Segunda lectura: Col 1,12-20 | Evangelio: Lc 23,35-43

Este Domingo concluimos el Año Litúrgico. Como siempre se nos regala la bella celebración de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. Este año con el particular matiz que tiene el ciclo C con el Evangelio de Lucas, el mensajero por excelencia de la misericordia y el perdón de Dios. A la luz de la Palabra propongo tres puntos para orar y meditar sintetizados en tres palabras: PRIMERA, SEGUNDA, SERVICIO.

PRIMERA forma de entender el Reino: los jefes, los soldados y uno de los malhechores

SEGUNDA forma de entender el Reino: el buen ladrón

Reinar con y como Jesús en clave de SERVICIO 

PRIMERA forma de entender el Reino: los jefes, los soldados y uno de los malhechores

1. Estos PRIMEROS personajes que desfilan delante del Señor crucificado entienden el Reino de Dios solamente según las categorías de este mundo. Marcado fundamentalmente por el poder humano a secas y el dominio impuesto por la fuerza. Por eso le exigen que haga uso de su poder y que baje de la cruz. A esta perspectiva parcial de estos PRIMEROS actores podríamos agregar el reino entendido solo como esplendor, lujo y suntuosidad como aparece incluso en la actualidad en algunas publicaciones faranduleras. A lo largo de los siglos de la vida de la Iglesia muchas veces se ha tergiversado el sentido del Reino de Dios y se lo ha entendido así, como uno más de los reinos de esta tierra, en perspectiva triunfalista y superficial. Los discípulos del Reino hoy y siempre podemos vernos tentados y caer en la vivencia del Reino en clave de negativa mundanidad como tantas veces insiste el Papa Francisco.

¿Tengo la tentación de captar el Reino de Dios de forma distorsionada como este PRIMER modelo? ¿Me dejo seducir por el poder en clave “mundana”? ¿Qué implica para mí triunfalismo y superficialidad? ¿Me dejo llevar por los mecanismos e intrigas de poder según los criterios de este mundo? En las realidades que tienen que ver con Dios y con la Iglesia: ¿Tengo una mirada muy “terrena”? ¿Qué pienso de la palabra “mundanidad” que tantas veces usa el Papa Francisco? Como creyente: ¿En qué situaciones puedo caer en la “mundanidad”?

2. SEGUNDA forma de entender el Reino: el buen ladrón

Solo Lucas nos transmite el diálogo particular con el llamado por la tradición buen ladrón. Este malhechor entendió bien el Reino de Jesús y por eso nos regala una suerte de SEGUNDO formato para entenderlo. A pesar de ser un pecador fue capaz de abrirse al Reino del Señor. Captó con claridad que el Reino de Jesús no pasa por la mundanidad que mencionamos en el punto 1 sino que su Reino es perdón, misericordia y vida nueva para todas las personas. El poder del Reino de Dios pasa por la salvación gratuita. La paradoja del Reino de Dios es que rescata y da vida nueva desde el lugar más vulnerable que nos podríamos imaginar: la Cruz. Sí, el Rey del Universo es Jesús, el hombre-Dios que muere crucificado para salvar a la humanidad. El buen ladrón, en este SEGUNDO formato, entendió que el Maestro era Rey servidor para rescatarlo del pecado y por eso dejó que Jesús reinara en su corazón. El Señor que es fiel cumplió su promesa en la vida de este malhechor arrepentido en el momento culminante de su vida.

¿Me abro sinceramente al Reino de Dios que es perdón, misericordia y salvación como aparece en este SEGUNDO formato? ¿Dejo que su poder toque mi corazón y mi vida? ¿Descubro la presencia del poder divino en la paradoja de la Cruz…? ¿Tengo capacidad de arrepentimiento como el “buen ladrón”? ¿Quién reina en mi corazón…? ¿Quién quiero que reine en mi vida…? ¿Qué puedo hacer para que Jesús reine más en mi existencia cotidiana…? ¿Me gozo de ser discípulo del Reino de Dios?

3. Reinar con y como Jesús en clave de SERVICIO

Somos discípulos de su Reino. Jesús reina en nosotros si le abrimos sinceramente nuestro corazón. Si el Señor reina con nosotros, nosotros debemos reinar como Él. Celebrar a Jesucristo Rey del Universo implica sentirnos llamados a reinar con Él y por eso, por la fuerza de su gracia que actúa en nuestro corazón, también reinar como Él. Jesús enseña con su propia vida que su Reino es entrega generosa y gratuita, nos recuerda que el poder es SERVICIO y no tráfico de influencias, opresión y manipulación negativa de las personas. Debemos entonces confrontar estas categorías de Reino con nuestro obrar cotidiano. En el mayor o menor poder que tengamos que ejercitar, preguntarnos cómo lo hacemos. El Señor reina con nosotros y nos da las fuerzas para reinar como Él: entrega, SERVICIO y generosidad gratuita.

Como discípulo del Reino de Dios: ¿Vivo el poder como SERVICIO? En las pocas o muchas responsabilidades de conducción que tengo: ¿Cómo me manejo?, ¿cómo trato a los demás?, ¿cómo ejercito la autoridad…? ¿Soy respetuoso? ¿Mi entrega por los demás en sincera y generosa? Jesús reina en mi corazón: ¿Busco con mis palabras y acciones ser testigo cotidiano de la presencia misteriosa del Reino de Dios que ya está actuando y prefigurando la consumación definitiva?

+Mons. Gabriel Mestre

Obispo de Mar del Plata

Argentina

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