La diócesis de Lomas de Zamora peregrinó a Luján

La diócesis de Lomas de Zamora peregrinó a Luján

Tras la peregrinación a Luján, la imagen de Nuestra Señora de la Paz recorrerá la diócesis de Lomas de Zamora a partir del Corpus Christi.

Encabezada por la imagen de Nuestra Señora de la Paz, la patrona de la diócesis de Lomas de Zamora y que a partir de Corpus Christi, recorrerá sus parroquias, la iglesia lomense peregrinó hoy a la basílica de Nuestra Señora de Luján donde el obispo titular, Jorge Lugones presidió la misa central de la jornada.

En la iglesia lujanense concelebraron la eucaristía el obispo auxiliar, Ignacio Medina; el vicario general de la diócesis, Hugo Barrios; y los sacerdotes presentes. Diáconos permanentes, religiosas y religiosos, los laicos de los movimientos y numerosos fieles de las parroquias también participaron de la misa y del rezo del rosario que se hizo al final de la celebración.

En su homilía, el obispo Lugones instó a pedir a la Madre poder “sembrar caminos de paz, a ser mensajeros de la paz, a ser artesanos del encuentro, porque el encuentro comunitario es don de Dios”.

Luego de advertir por el “sufrimiento y la falta de expectativa de los jóvenes”, dijo que “muchos no tienen sueños y otros no aman la vida”. Ante esta realidad, “necesitamos de la gracia del Espíritu para animarlos, cuidarlos, para aprender de ellos y también para confirmarlos en la fe”.

La diócesis de Lomas de Zamora conmemora en este año el 160 aniversario de la llegada de Nuestra Señora de la Paz, patrona del Partido y de la Iglesia diocesana, y en 2025, los 160 años de su entronización. Por ello, el bienio jubilar y la misión con la Virgen de la Paz, definida por el obispo y que comenzará en Corpus Christi.

Al respecto, Lugones señaló: “Debemos dar razón de nuestra esperanza, con respeto, como haremos la misión con la Virgen de la Paz, anunciando el evangelio desde la cercanía, desde las periferias tanto geográficas como existenciales donde tenemos que llegar; la Virgen va a visitar no las capillas sino los lugares lejanos de las parroquias, los lugares donde nunca hemos llegado, y Ella nos abre caminos, tiene el ramo de la paz y nos entrega el don de la paz que es su Hijo”.

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