La desinformación vinculando terrorismo e Islam, presente en toda Europa

“Atentado islamista en Madrid. Furgoneta a toda velocidad se dirigía a la Puerta del Sol”, tituló uno de sus contenidos la web La Tribuna de España en mayo de 2019. Dentro, la publicación señalaba que se había producido un “posible ataque terrorista frustrado en el centro de Madrid" llevado a cabo por "un musulmán" que supuestamente había robado una furgoneta de reparto y había puesto un cuchillo en el cuello del conductor. Se trataba de una información falsa.

Por aquel entonces, la Policía Municipal de Madrid negó a Maldita.es que el detenido por este altercado llevase un cuchillo como afirmaba La Tribuna de España y que se tratara de un atentado “islamista”. Además, comunicó a través de su cuenta de Twitter que se trataba de “un intento de robo a un repartidor”.

Para la activista hispano-egipcia por los derechos humanos y contra la islamofobia Aurora Ali es habitual que se desinforme sobre la comunidad musulmana vinculándola con el terrorismo. Ella, que forma parte de la Asociación Musulmana por los Derechos Humanos y que ha colaborado con el Observatorio de la Islamofobia en los Medios, siente que ya está acostumbrada a esta relación que se hace entre su religión, el islam, y el terrorismo. Además, sostiene que esta desinformación cala en el imaginario de la gente: “nos insultan y nos llaman terroristas, nos lo han llamado a todos. O te hacen bromas como “¿no te irás a inmolar?” o “¿qué llevas en la mochila?”.

Esta comunidad, que según la Unión de Comunidades Islámicas de España está formada por más de 2 millones de personas en el país, son el objetivo de desinformaciones que vinculan terrorismo con el islam. Otra de estas informaciones falsas fue el que se creó tras el asalto a un establecimiento de Mercadona en el barrio As Lagoas de Orense en enero de 2017, cuando un vecino de la zona entró al supermercado y disparó repetidamente al techo. Este incidente, que la policía descartó como un posible ataque terrorista, fue difundido por webs como Mediterráneo Digital afirmando que el atacante había entrado al grito de “Alá es grande”, frase que se ha vinculado a atentados de la organización terrorista Daesh.

Otra información falsa que vinculó religión y terrorismo fue el que se difundió sobre una supuesta “agresión islámica” en Cartagena (Murcia) en marzo de 2019. Su origen, de nuevo, era la web La tribuna de España, la cual aseguró que un vecino del barrio de Las Cuatrocientas de Cartagena había sido agredido por un "practicante de "la Religión de la Paz” y que otro vecino se encontró "un artefacto explosivo" en el buzón de su casa después de haber protestado contra la instalación de una mezquita en el barrio. Tal y como aseguraron desde el Ayuntamiento de Cartagena a Maldita.es, tanto Policía Local como Policía Nacional no tenían constancia de que se haya producido ninguno de los incidentes a los que se refiere el artículo".

Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), también considera que la desinformación sobre esta comunidad en relación con el terrorismo tiene una gran relación con el lenguaje: “cuando un medio de comunicación dice que los islamistas mataron a alguien está vinculando este acto con millones de personas que practican el islam”. El propio investigador señala una fecha significativa para el inicio de esta tendencia: 11 de marzo de 2004, cuando el grupo terrorista Al Qaeda asesinó a 193 personas en la estación de trenes de Atocha en Madrid. “En España durante mucho tiempo hablar de terrorismo era hablar de ETA o el GRAPO, pero a partir de los atentados de Atocha, a partir del 11M, se comenzó a catalogar como terrorismo islámico esos actos. Es un término erróneo”.

La activista Aurora Ali siente que cuando hay atentados de grupos como Daesh la desinformación contra su comunidad aumenta. Según sostiene, el lenguaje que se utiliza por parte de medios de comunicación y de las instituciones también influye a la hora de reforzar esta asociación errónea y desinformadora. Un ejemplo de esto es la introducción de términos que vinculan terrorismo con el islam en los protocolos de actuación contra estos actos desde las instituciones o de hablar de musulmanes o de islam cuando hablas de un atentado en los medios de comunicación.

La desinformación que vincula terrorismo e Islam también circula en Reino Unido y Alemania

Este tipo de desinformación no solo se expande y crea en España, también la localizamos en otros países. Tras los atentados de Londres del 22 de marzo de 2017, en los que un hombre arrolló a varias personas en el puente de Westminster y cuya autoría se atribuyó Daesh, empezaron a circular en redes sociales ataques y desinformaciones sobre la comunidad musulmana. Un ejemplo fue la imagen de una mujer mirando un móvil mientras pasaba cerca de una de las víctimas de aquel día acompañada de mensajes de “mira a esa mujer musulmana tratando de no mirar a la carnicería que probablemente apoye” o “a la mujer musulmana no le importa una mierda” lo que está sucediendo.

Frases que no sólo se difundieron en Reino Unido sino que también llegaron a España. Junto a esta fotografía se difundieron mensajes como “mira a esa mujer musulmana tratando de no mirar a la carnicería que probablemente apoye” o “a la mujer musulmana no le importa una mierda” lo que está sucediendo.

Dos días después de que se viralizara esta foto, el fotógrafo que la hizo, Jamie Lorriman, aseguró al medio ABC que “la mirada en el rostro de la mujer está horrorizada, está en medio de una situación traumática" y mostró otra imagen en la que se veía la expresión asustada de la mujer. Incluso la propia víctima del bulo publicó un comunicado, a través de la plataforma de denuncia de ataques islamófobos Tell Mama Uk, en el que decía estar “en shock y totalmente consternada” por la forma en la que se ha distribuido su imagen en redes sociales. “He tenido que lidiar con el shock de encontrar mi fotografía en todas las redes sociales por aquellos que no pueden mirar detrás de mi vestimenta, quienes crearon conclusiones basadas en odio y xenofobia”, indicó. “Había hablado con otro testigo para intentar averiguar lo que estaba pasando, ver si podía ser de alguna ayuda aunque ya había suficientes personas en el lugar atendiendo a las víctimas. Entonces decidí llamar a mi familia para decirles que estaba bien y que estaba de camino a casa del trabajo”, detalló.

Desde la plataforma Tell Mama Uk también denunciaron en un comunicado esta situación calificándola de “perversa”. “Este escenario muestra cuán acalorada y cargada se ha convertido toda la situación en torno a las comunidades musulmanas donde una joven musulmana se ha convertido en el punto de mira después de un importante incidente terrorista”, denunció. “Convierte a los musulmanes de ser ciudadanos y londinenses a personajes bestiales, lo que alimenta el ciclo de odio contra los musulmanes”.

Otro ejemplo que señala a la comunidad musulmana fue el de Münster. En este atentado, que tuvo lugar el 7 de abril en Alemania, una persona identificada como Jens R. atropelló a varias decenas de personas. Horas después comenzó a viralizarse la imagen del supuesto agresor asegurando que era un hombre, musulmán y kurdo. Sin embargo, como confirmó la cadena austriaca OE24 a Maldita.es, la fotografía que se distribuía del supuesto agresor, en la que aparecía el logo de la cadena, correspondía a un entrevistado y en ningún caso al agresor. De hecho, la Policía de Münster negó que esa fotografía correspondiese al supuesto asesino.

"La desinformación también aumenta cuando los atentados no están perpetrados por musulmanes”, según la fact-checker alemana Alice Echtermann

“La desinformación que vincula terrorismo con personas musulmanas también aumenta cuando los atentados no están perpetrados por una persona de esta religión”, según afirma a Maldita.es la periodista Alice Echtermann, periodista del medio de verificación alemán Correctiv, del Internatonal Fact-Checking Network. “El incidente de Volkmarsen es un buen ejemplo de esto”, afirma. En ese atentado, que tuvo lugar el 24 de febrero en la localidad alemana de Volkmarsen, un hombre arrolló a más de 60 personas durante los carnavales. “Los medios rápidamente informaron sobre el nombre del hombre, Maurice P., y que era de nacionalidad alemana. Aun así, algunas personas empezaron a asegurar que era musulmán y que era un inmigrante con pasaporte alemán. De acuerdo con la fiscalía, esto no era cierto”, explicó Echtermann.

Pero no es el único caso en el que el medio alemán ha tenido que salir a desmentir la autoría de una persona musulmana. Pocos días antes, el 19 de febrero, en el municipio alemán de Hanau una persona asesinaba a tiros al menos a diez personas de origen extranjero y mayoritariamente musulmanas. “Estaba claro que el sospechoso era alemán, su nombre era Tobias R., pero mucha gente trató de sembrar la duda sobre si él era el atacante real. Ellos decían que era un conflicto entre clanes árabes”, nos relata la periodista Echtermann.

“El vínculo explícito entre islam y terrorismo deja la impresión en la mente del lector de que todos los musulmanes son al menos en potencia terroristas o de que todos los terroristas son musulmanes”, afirma el escritor David Waines en su libro El Islam. Estos estereotipos creados sobre la comunidad musulmana, según afirma Jesús Núñez del IECAH, "no son tan graves como en otros países", pero asegura que "si no los desmontamos vamos a tener un problema mayor".

Para María Torrens, fundadora de la web de periodismo contra la islamofobia, Salam Plan, la desinformación también es causada por la diferente importancia que se da a los ataques terroristas de ultraderecha o islamófobos frente a los ataques terroristas perpetrados por grupos como Daesh en los medios de comunicación.

“El que ha sido probablemente el atentado de naturaleza islamófoba más sangriento de Europa -el ataque de Hanau- ni siquiera abrió las portadas de los periódicos y ocupó solo un espacio destacado de los periódicos digitales españoles”, afirma la periodista. “Eso también es desinformación sobre las personas musulmanas, víctimas directas de este atentado”, añade.

Para luchar contra esta desinformación recomienda incluir las voces de personas musulmanas en los medios de comunicación también en las situaciones cotidianas: “siempre se habla de ellos en contextos polémicos y no en situaciones normales”. “Hay que hablar más con los musulmanes y menos sobre ellos”.

Por su parte, Jesús Núñez avisa de que el terrorismo por supremacismo blanco está aumentando y considera que es la educación lo que permitirá combatir la desinformación: “Educación, educación y educación. Se deben desmontar estos estereotipos a través de sistemas educativos que le hagan frente, también a través de los medios de comunicación y con una pedagogía política que los combata”.

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