Las agresiones físicas, la violencia verbal, el vandalismo y la degradación hacia el islam y, por extensión, hacia los musulmanes subieron con fuerza. Los hechos discriminatorios se dan incluso en instituciones públicas, apuntó.

De acuerdo con Prensa latina, el Colectivo precisó que en total ocurrieron 489 actos de ese tipo, en su mayoría contra mujeres, lo cual supera los 396 registrados de enero a junio del año pasado.

Recientemente el primer ministro Manuel Valls reconoció que el islam todavía suscita incomprensiones y rechazo en una parte de los ciudadanos de este país.

Valls llamó a no exagerar ni camuflar las inquietudes que dicha religión, la segunda mayor de la nación, pueda provocar, al señalar al riesgo de explotación política.