En defensa del Papa Francisco

En defensa del Papa Francisco

El Papa Francisco ha sido protagonista en los últimos días en el circo mediático y político español. El motivo ha sido una carta, con motivo del bicentenario de la independencia de México, dirigida al presidente de los obispos del país norteamericano.

 

ABC, uno de los decadentes periódicos españoles, titulaba así la noticia: “El Papa Francisco pide perdón a México por los «pecados cometidos» en la Conquista española”. Si que están necesitados de clicks, vaya.

“A mí me sorprende que un católico que habla español hable así a su vez de un legado como el nuestro, que fue llevar precisamente el español, y a través de las misiones, el catolicismo y, por tanto, la civilización y la libertad al continente americano”, dijo comentando las palabras de Francisco la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

El párrafo de la discordia es el siguiente:

“Para fortalecer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado, teniendo en cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la historia del país. Esa mirada retrospectiva incluye necesariamente un proceso de purificación de la memoria, es decir, reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos. Por eso, en diversas ocasiones, tantos mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”.

¿Qué tiene que ver el legado español con lo que dice el Papa en este párrafo? ¿Y la conquista? ¿Francisco pide perdón por los pecados cometidos en la conquista como dice ABC? No, el Santo Padre dijo que tanto él como sus antecesores ya habían pedido perdón por los pecados que no contribuyeron a la evangelización. Ni pide perdón a López Obrador, ni es por la conquista, ni es contra el legado español.

Quizá la reacción más comprensible fue la del portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, quien dijo no entender “qué hace un papa de nacionalidad argentina disculpándose en nombre de los demás”. Al margen de que cae en el mismo error que Ayuso ―de ahí la referencia a su nacionalidad y a la posterior defensa de Espinosa de los Monteros sobre el legado español―, sí se une al debate que traíamos ayer sobre el ‘perdonismo’: pedir perdón por pecados ajenos. Pero esa es otra cuestión.

Ciertamente, los gurús de la derechita más sistémica han saltado al cuello del Pontífice inventándose una polémica que no existe; de la misma forma, la izquierda patria, como viene siendo habitual con Francisco, caricaturizaban a Su Santidad para, haciéndolo uno de los suyos, arrojárselo a la cara a sus oponentes.

Uno de estos gurús, que además se considera católico, es Francisco Marhuenda, director de La Razón, el ‘Pravda’ del Partido Popular. “A estas alturas existen pocas dudas de la escasa simpatía que tiene el Papa Francisco por España. Estoy convencido de que el Espíritu Santo se confundió y los cardenales eligieron un candidato catastrófico”, escribió en un editorial en su periódico.

“No me gusta como católico tener que cuestionar al sucesor de Pedro y no soy, precisamente, integrista sino liberal y comprensivo, pero no me siento representado por él”, continuó.

No sé ni por dónde empezar. Como católico que dice que es, debería saber que el Espíritu Santo ni se confunde ni elige al Papa de turno. Que Francisco mencione pecados en el proceso de evangelización no tiene nada que ver con que tenga, supuestamente, poca simpatía a España. No se siente representado con él, nos dice; ¿por qué tiene un católico que “sentirse representado” por el Papa reinante? Es el Papa, punto, no el presidente de un partido político.

“Es bueno recordar que no ha querido venir a España, algo ciertamente sorprendente”. Teniendo en cuenta que los Papas no viajaban hasta Pablo VI ―bien entrada la segunda mitad del siglo XX―, y que Francisco ni siquiera ha pisado su país natal desde que es Papa, no sé porque es un dato sorprendente.

Marhuenda asegura que el Papa “ha decidido «comprar» el discurso contra el proceso de colonización que llevó a término España y Portugal asumiendo las mentiras como verdades. El Papa se refiere a los «pecados» de la conquista de América ayudando a construir ese relato indigenista que tanto gusta a López Obrador”.

“Es un Papa argentino, aunque de origen italiano, que rechaza la obra evangelizadora de la Iglesia. Hubiera preferido que todo siguiera igual, con opresores y oprimidos, así como con esas brutalidades religiosas que practicaban los pueblos precolombinos”, nos dice el pope de la derecha liberaloide. Menos mal que no le gustaba cuestionar la figura del Papa, menuda exégesis nos ha brindado partiendo del párrafo que os he mostrado.

Nuestros lectores saben que esta página es, con los errores que podamos cometer, católica; es decir, tenemos un Papa, no un caudillo mesiánico. Sabemos que puede equivocarse y se equivoca; entendemos que, con el debido respeto, podemos discrepar sobre sus posiciones y opiniones; insisto, somos católicos, no miembros de una secta.

Pero, en este caso, toca defender a Su Santidad, porque, partiendo de la carta, los ataques de la derechilla ―y las palmaditas en la espalda del progrerío― se me antojan injustos e interesados.

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