Cumplirá su sueño de cantarle al Papa

Cumplirá su sueño de cantarle al Papa

María Fernanda espera su mejor regalo de cumpleaños, conocerlo en persona.

Por Laura Torres

Con la fe puesta en Dios y con las ganas de recibir al papa Francisco, María Fernanda Rivas Buffa hace unos días compartió en feisbu un cartel que ella misma hizo y donde pide su bendición para poder sanarse. Hace 4 años lucha contra una enfermedad llamada rabdomiosarcoma embrionario, luego de cinco días de quimioterapia regresó a su casa y se puso a trabajar.

“Si le veo y le hablo le voy a decir que quiero su bendición para darme más fuerzas y para los niños que sufren igual que yo”, dijo ayer con el rostro lleno de esperanzas, ya que la profe Gladys Garcete le invitó al coro papal.

Contó que la idea de compartir la foto con su cartel en el feisbu surgió porque no pudo postularse para servidora ni para el coro. “Mis amigos del colegio van a ir como servidores y yo no puedo, por eso me bajoneé mucho pero gracias a que mucha gente vio la foto quiere ayudarme, ya tengo un lugar para el coro”, contó.

María Fernanda dijo que reza para ir ese día. “Me pongo todos los días mi vacunita para ayudar a mis defensas y rezo todos los días”, dijo.

Bendiciones

María Fernanda está de cumpleaños el próximo 14 de julio y conocer al Santo Padre sería como uno de los mejores regalos de su vida, según su mamá Adriana Buffa, quien está muy entusiasmada con este tema. “Depende de su recuperación para irnos todos con ella. Ya tenemos la silla de ruedas para ese día”, comentó.

Quiere ser médica

A pasos de cumplir 16 años de vida, María Fernanda ya tiene en mente lo que quiere hacer cuando sea grande, y es nada más y nada menos que seguir Medicina para poder ayudar a los niños que sufren del cáncer. Su mamá espera que su sueño de ser médica se cumpla y también aclaró que tiene dotes artísticos, como la escritura, el ballet y el teatro.

Siempre reza a Dios

María Fernanda debe realizarse constantemente la quimioterapia, sigue tratamiento desde hace cuatro años. Contó cómo pasa sus días durante la terapia, que requiere mucha fortaleza. “Cada vez que me hago mi quimio me siento bajoneada y con náuseas. Normalmente me duermo todo el día para recuperar las pilas. La terapia dura cinco días en el hospital. Al volver, después de una semana recién decaigo y tengo que medicarme”, dijo. También contó que siempre le reza Dios para aumentar su fe y recuperarse pronto.

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